• Durante el Congreso Nacional de Bibliotecas, el director General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura reconoció que sólo podremos defendernos de aquellos abusivos si aprendemos a leer, pero con una lectura crítica
Ante unos 700 bibliotecarios que respondieron
a la convocatoria de la Dirección General de Bibliotecas, su titular, Marx
Arriaga, invitó a los participantes a identificar cuál es la población que
atiende cada una de las bibliotecas, para mandar un acervo adecuado, “nunca más
debemos aceptar que desde un escritorio se decida la cantidad y calidad de
libros que se envían a cada una de las bibliotecas, sólo así lograremos que las
bibliotecas públicas participen en la reconstrucción del tejido social del
país”.
Durante su participación en el Congreso
Nacional de Bibliotecas, que durante tres días se desarrollará en la Biblioteca
de México, el funcionario aseguró que la actual administración federal está
impulsando al libro y a la lectura como una manera de darle la palabra a toda
la gente, de darles voz, “se está rompiendo el silencio con lecturas”.
“Bibliotecarios de todo el país, por favor
reflexionen, sólo podrán defenderse de aquellos abusivos si aprenden a leer.
Pero no me refiero a una lectura simple, básica, sino a una lectura crítica,
profunda, que los haga reflexionar para defenderse de los abusivos y para
defender a los débiles.
“Los libros que tienen en sus bibliotecas son
herramientas para esta oportunidad: la palabra es el arma más poderosa.
Aprendamos a leer, enseñemos a leer, escuchemos a los otros y, por favor, se
los suplico, cuando posean el arma de la lectura, de la palabra, úsenla bien,
no se conviertan en unos abusivos. Sigan escuchando a los otros, tengan misericordia,
no se conviertan en seres insaciables que sólo buscan beneficiarse o beneficiar
a los suyos: los pobres también son tu familia”, enfatizó Marx Arriaga en su
llamado a los bibliotecarios.
Por otro lado, al ofrecer la primera
conferencia del congreso, el coordinador de Memoria Histórica y Cultural en
Presidencia de la República, Eduardo Villegas Megías, reconoció que es el
acceso a la palabra lo que controla a la propia sociedad: “quien controla lo
que se dice, cómo se dice y quién puede reproducirlo es el que, desde las
estructuras del poder, va a controlar a una población, no sólo de los látigos,
las cadenas o las meras imposiciones”.
“A través de la palabra controlamos lo que se
conoce, controlamos la difusión de las ideas y, por supuesto, el lenguaje
mismo, como lo saben los pueblos originarios de nuestro país: el control de la
palabra es fundamental para el control de una sociedad. La palabra no es un
abstracto, sino está encarnada a través de la escritura”.
Desde su perspectiva, si bien las bibliotecas
son el lugar donde, por naturaleza, se encuentra a los libros, no se trata sólo
del objeto, sino de la importancia de propiciar el acceso que se le pueda dar a
ellos, porque “de nada sirve un libro que esté en un estante que nadie consulta:
cómo va a llegar a la persona que está con curiosidad acerca de los temas que
contiene ese libro, pues a través de mediadores o mediadoras de la lectura”.
Durante tres días se llevarán a cabo
diferentes conferencias y talleres con bibliotecarios procedentes de
prácticamente todo el país, desde la administración de los espacios hasta el
fomento del libro y la lectura.