El asesinato de Margaery, fue con violencia, mismo que permaneció en silencio en medios de comunicación hasta que sus familiares y amigos se levantaron para exigir justicia. La estadounidense que llevaba años viviendo en el pueblo mágico, fue golpeada en la cabeza en repetidas ocasiones.
La Paz, Baja California Sur.- Hace 30 años, Margareth Olson llegó junto con su esposo a Todos Santos. No fue una turista convencional. Se enamoró del pueblo, de su gente y decidió quedarse a vivir y contribuir con la comunidad.
Décadas después, débil, frágil, con bastón en mano, Margareth, de 80 años de edad, fue asesinada el pasado domingo 8 de septiembre. Su cuerpo sin vida fue encontrado hasta el lunes 9 de septiembre en su habitación, en su domicilio ubicado en la calle Rangel.
Supuestamente, según platican familiares y vecinos de la víctima, la estadounidense fue golpeada en la cabeza en repetidas ocasiones.
A pesar de que el cuerpo de Margareth presentaba notables señas de violencia, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no reportó el suceso a los medios de comunicación y a la sociedad sudcaliforniana.
Amada por su pueblo, el crimen de Margareth no quedaría en silenció. La comunidad y sus familiares buscaron la manera de informar sobre el asesinato de la estadounidense para reclamar justicia y no permitir que la impunidad sumerja a Todos Santos.
Mark y Kim, hijos de la víctima, y José Luis Armendáriz, amigo de la víctima, expusieron su sentir en entrevista para Diario El Independiente. Reclaman justicia para Margareth, para que a sociedad pueda tener certeza y confianza en el trabajo de sus autoridades.
Según los dolientes, las autoridades investigan un robo con asesinato, sin embargo, no han tenido más explicaciones por parte de la policía de investigación. Desde el día en que fue descubierto el cuerpo de Margareth nadie ha venido a hablar con ellos.
“Yo estaba en Estados Unidos, recibí una llamada donde me decían que mi mamá había sido atacada. En verdad no sé ni qué decir, todavía estamos tratando de entender qué fue lo que sucedió”, contó Mark, hijo de la víctima
“Lo que estamos sintiendo es que quizás las autoridades hicieron su investigación preliminar, pero en verdad nadie ha regresado a investigar, a preguntar”, dijo a este matutino José Luis Armendáriz, amigo de la víctima.
“La policía no nos dijo muchas cosas, simplemente creen que fue un robo. La policía supuestamente está haciendo su investigación”, agregó.
El asesinato de Margareth exhibe una alerta en materia de seguridad y transparencia en Todos Santos. El crimen no fue reportado por la PGJE a los medios de comunicación, como lo hace con otros delitos de alto impacto.
Asimismo, queda destapara una escalada de violencia e inseguridad, marcada por un déficit de policías en la comunidad y la opacidad en la que quedan los casos de robos violentos en un poblado donde no existen medios de comunicación que practiquen periodismo.
“Todos están asustados en Todos Santos. Los americanos y canadienses aman el pueblo, aman a la gente. Pero está pasando una situación donde ya advierten de áreas peligrosas. En verdad que la comunidad extranjera tiene miedo”, advirtió José Luis Armendáriz a este matutino.
“Queremos que se encuentre al que hizo este para que la comunidad sepa que las autoridades están haciendo lo debido y adecuado para que la comunidad se sienta segura, porque si nomás vienen y nada para, nomás aparentan que están haciendo algo”, añadió.
El asesinato de Margareth puede marcar un antes y un después en Todos Santos, un pueblo que siempre ha destacado por su supuesta tranquilidad, sin embargo, las historias locales refieren que la inseguridad es un secreto a voces que ha permanecido opacada por aspiraciones turísticas.
Es por esta razón que los familiares de la víctima decidieron alzar la voz: para que la descomposición social no alcance al pueblo que Margareth amó y decidió elegir como su hogar.