· El quarterback de los Pats, actuales monarcas del Super Bowl, buscará su séptimo título en su ilustre carrera
Llegó la temporada 100 de la NFL, y con ella la
vigésima campaña de quien, para muchos, es el mejor quarterback de la historia
de la liga, Tom Brady.
A sus 42 años buscará convertir a su equipo en la
franquicia más ganadora en la historia. Luego de conseguir el último Super
Bowl, ante los Rams de Los Ángeles, los Pats sumaron seis anillos, la misma
cantidad que los Acereros.
Sin embargo, TB12 no tuvo una temporada fácil en
2018. Acumuló su mayor número de intercepciones (12) en sus últimos cinco años,
y tuvo su segunda peor cifra en pases de anotación (29) en el mismo periodo de
tiempo. Además, Brady no tendrá al que se perfilaba a ser su mejor aliado, el
receptor novato N’Keal Harry, quien estará fuera por lesión al menos hasta la
Semana 9.
Por ello, los Pats trajeron de nuevo a Demaryius
Thomas, aunque los blancos principales serán Julian Edelman, MVP del pasado
Super Bowl, y Josh Gordon.
Tom extrañará, por supuesto, al ala cerrada Rob
Gronkowski, quien optó por el retiro tras la victoria en el Super Tazón LIII.
Por su parte, los Jefes, víctimas de los Pats en la
final de la AFC, vendrán de nuevo con el espectacular Patrick Mahomes, quien
llega con el objetivo y el hambre de confirmarse como la siguiente gran
estrella de la NFL.
Tras una primera campaña en la que arrasó rompiendo
récords, el joven está decidido a pelear nuevamente por llegar al Super Tazón.
Aparentemente luce complicado para el jugador de
tercer año superar los 50 pases de anotación y las más de cinco mil yardas por
aire logradas en su primer año como titular, números de un fenómeno.
Me asombra su aplomo, su serenidad y el liderazgo
que tiene”, dijo Brady respecto de Mahomes tras la final de la AFC.
La comunión de Patrick con el entrenador en jefe,
Andy Reid, ha sido primordial, así como el apoyo de compañeros de primera
calidad, como el receptor Tyreek Hill y el ala cerrada Travis Kelce.
Los Jefes buscarán repetir la hazaña del lejano
1970, cuando ganaron el Super Tazón IV, su único cetro en el juego grande de la
NFL.