Supimos que
Los apagones que están
causando mucho daño a la economía y a la salud de los sudcalifornianos, hace
años que ya no los padecíamos. Se habían olvidado los estragos que causan. El
cable submarino que se anunció como la solución a nuestros problemas debe
activarse urgentemente. Que los expertos se hagan cargo y entreguen a
autoridades y población sudcaliforniana la solución a este problema que
se agudiza como se agudizarán los daños que ya ocasiona...
Con un clima como el nuestro,
donde el uso de aires acondicionados, abanicos, refrigeradores, congeladores y
muchos aparatos eléctricos, son indispensables porque hasta ahora no se han
inventado otros que los sustituyan y que no requieran de energía
eléctrica, y si existen, o no están todavía en el mercado o a nosotros no
nos han llegado...
El aumento de nuestra
población por migración, más que por nacimientos, ocasiona que se necesite más
infraestructura para satisfacer las necesidades de la población. Los
presupuestos se disparan con el incremento de los costos, no están contemplados
los aumentos de una demanda que crece incontrolable. Lo recienten los sectores
de Salud, Vivienda, Educción, Seguridad y obviamente aumenta el consumo de agua
potable y energía eléctrica. Ningún gobierno de los tres niveles está
preparado para afrontarlos. Los gastos superan a los ingresos y el aumento de
los impuestos no es la solución más conveniente, como tampoco el despido de
personal, porque son jefes de familia que tienen dependientes económicos. Se
quedan sin ingresos y sin que se les ofrezca otra alternativa...
Los cinco ayuntamientos
sudcalifornianos están sumidos en deudas. Unos más que otros, hasta el de
Los Cabos, considerado el rico de la familia, tiene problemas graves de
liquidez. Durante los primeros ayuntamientos se cuidó mucho la contratación
excesiva de personal. Pero luego, para garantizar la permanencia de
partidos y grupos en el poder, se empezó a dar la contratación de cientos
de trabajadores, obviamente a los que se pretendía despedir para acomodar
los compromisos de campaña o personales, no se dejaron, exigieron su
indemnización y ningún municipio tiene los recursos suficientes para
liquidarlos legalmente, así que se ha preferido conservar a la mayoría. Aunque
se despidieron cientos, fueron otros cientos los que fueron colocados,
agudizando los problemas con los que han venido cargando las sucesivas
administraciones.
Lo que sorprende es que haya
tantos candidatos a las presidencias de los cinco ayuntamientos en cada
elección. Todos dicen poder con el problema financiero de los municipios
que aspiran a gobernar. Eso no es cierto. Pero consideran con toda razón
que los problemas económicos municipales no son personales, son
institucionales. Eso hace la gran diferencia...Hasta la semana próxima Dios
mediante.