Samantha Salas declaró estar dispuesta a seguir compitiendo junto con Paola Longoria en el raquetbol panamericano dentro de cuatro años en Chile
Al bajar del podio, Paola Longoria se acercó a su compañera Samantha Salas, con quien ganó dos de las tres medallas que conquistó el raquetbol mexicano en la rama femenil durante los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y le dijo: ¿Nos aventamos para Chile? –en referencia a los próximos Juegos de Santiago 2023. Samantha le respondió: Vamos por más.
Salas ganó en Lima los títulos en dobles, junto a Longoria, y por equipos, los mismos que consiguió en Guadalajara 2011 y Toronto 2015.
Somos una delegación mexicana histórica, afirma Salas a La Jornada; si el gobierno considera al deporte una prioridad, nuestra sociedad será mucho mejor.
Samantha participa en uno de los deportes que desde hace tiempo domina México a nivel mundial. En las dos ediciones panamericanas recientes, las mujeres se han llevado las tres medallas doradas disponibles, con Longoria como campeona individual indiscutible. Un deporte que no tiene más proyección que la justa continental, pues no es parte del programa olímpico.
Los antecedentes del raquetbol, entonces, prometían una buena cosecha de metales, pero como delegación deportiva –anota Salas– había un pronóstico reservado, cuando no pesimista, sobre el número de preseas que se esperaban, el cálculo inicial era de 19 y no los 37 oros que le dieron a México el tercer lugar histórico en el medallero.
Motor de cambio
Sabemos que generamos un cambio en el ánimo de los mexicanos, reconoce; en medio de los problemas que tenemos como país, les provocamos una sonrisa, mejoró el día de muchos mexicanos; incluso al llegar, la gente me pedía fotos, no me conocían, pero para ellos yo soy una atleta que volvía con dos medallas de oro y eso nos llena de orgullo a todos.
Esa sensación que relata Salas se ha vivido en los recibimientos que han ofrecido a los atletas que regresan de Lima. Este lunes, el ambiente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México era de fiesta. Mariachi, banderas tricolores flameando, valla de honor del Instituto Nacional de Migración, y sobre todo la gente vitoreando a sus deportistas y pidiendo selfis.
Me encantaría que nuestros deportes tuvieran más promoción en México, sugiere la raquetbolista; que aprovecharan estos logros panamericanos para procurar más instalaciones para practicar deporte, porque si el deporte se lo propone, ¿cuántas Samanthas o Paolas hay esperando una oportunidad?
Salas no vivió el trayecto de tensión rumbo a los Juegos Panamericanos, porque ha mantenido su constancia competitiva. Es la número dos de la clasificación del raquetbol profesional y cumplió con todos sus compromisos adquiridos.
Sé que algunos batallaron para llegar a Lima, comenta; pero aún así como delegación dimos estos resultados.
Samantha no estaba informada sobre el origen de los apoyos que prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador. En días pasados informó que la venta de la casa de las Lomas de Chapultepec del empresario chino-mexicano Zhenli Ye Gon, decomisada y vendida por más de cien millones de pesos, sería parte de los mecanismos para obtener recursos para apoyar a los deportistas.
Nosotros no sabíamos de dónde vendrían estos recursos, no es algo que toquemos los deportistas, dice Salas; sólo nos enteramos de los apoyos y dijimos: ¡qué padre! No sabíamos si nos iban a dar reconocimientos y de todos modos nos entregamos en las competencias. No le veo ningún problema de dónde vengan, qué importa, nosotros le daremos buen uso.