Ese domingo el presidente México Andrés Manuel López Obrador pronunciará su primer informe de gobierno ante un país que todavía espera que se cumpla todo lo que se prometió, sobre todo en materia económica y por sobre todas las cosas en el ámbito de seguridad pública. 

El evento programado para realizare en la explanada de zócalo de la Ciudad de México que será encabezado por un López Obrador que ahora está ante la expectativa de pronunciar un discurso que genere mayor confianza que la registrada hasta ahora. 

Sin duda la expectativa generada durante la campaña del año pasado que finalmente lo llevó a la presidencia del país, no se ha cumplido. 

Hay eso sí, un cúmulo de buenos deseos que por supuesto no se alcanzan solo con decretos o expresiones. 

Encima de ello, las representaciones estatales del gobierno federal han sido un verdadero fracaso. 

Por lo menos en Baja California Sur esta representación que encabeza Víctor Castro Cosío, simple y sencillamente no ha podido con el paquete de responder adecuadamente a la población de la que cada día parece estar más desconectado. 

Esta falta de respuesta se observa principalmente en los ámbitos de salud donde el gobierno federal trae serios rezagos y por supuesto en lo referente a la atención directa a la población pues muchos de los apoyos que antes se otorgaban a personas de escasos recursos, ahora ya no se proporcionan. 

La dificultad para el presidente de México de llegar a su primer informe de gobierno con una economía con tasa cero de crecimiento resultará muy complicado tratar de justificar esta situación pues es evidente que hoy la economía del país está peor que en el sexenio anterior que encabezó el priista Enrique Peña Nieto. 

En materia de seguridad, por ejemplo, se coronan sus carencias y la inseguridad que proporcionan la delincuencia organizada como el registrado en Coatzacoalcos Veracruz donde este jueves por la tarde ya ascendió a 29 el número de muertes como producto de un atentado perpetrado en un bar. Evento que especialistas ya lo califican como un acto terrorista. 

Cero crecimiento económico, una pésima labor para contener la actividad delictiva y una muy mala representación del gobierno federal a través de las llamadas super delegaciones, es parte de lo que se tendrá que salvar en el discurso de este primer año de gobierno mismo que realmente se cumple hasta el mes de diciembre. 

Se supone que ya este gobierno llamado de la Cuarta Transformación emanado de un partido que dijo que encabezaría los esfuerzo por la renovación nacional será muy difícil maquillar una realidad que cada día afecta más a la población en general. 

Obviamente hay mucho por hacer y existe el tiempo suficiente para alcanzar las metas, veremos si el presidente de México se decide y se define por hacer lo que sea necesario para sacar adelante al país por encima de caprichos y de ideas cerradas que no ayudan en nada a la comunidad. 

Está claro que lo que se diga este fin de semana en el zócalo capitalino seguramente impactará en lo que resta del actual año y definirá el rumbo del 2020, un año que será eminentemente político y en que puede quedar sellado el destino político de los diversos partidos con miras a la próxima sucesión. 

Para el caso de Baja California Sur, lo que se aplique o deje de aplicar por parte del gobierno federal con las maneras tan amorfas de sus representantes en la entidad, adquiere especial relevancia justamente porque además de alcaldes, diputados locales y federales, también se elegirá al futuro mandatario estatal. 

Ya veremos qué sucede este intenso domingo donde también a nivel local veremos por otra parte, el inicio del primer periodo ordinario de sesiones del segundo año legislativo en el Congreso del Estado donde su nueva configuración interna seguramente dará mucho de qué hablar. 

Habrá que estar atentos a lo que estos dos eventos, reflejen este domingo en el país y por supuesto en nuestra media península. 

Ya veremos.