• Rubén Muñoz casi llega a su primer año como alcalde con un ayuntamiento fallido muy lejos de atender lo que ofreció en campaña • La ciudadanía cada día más decepcionada con la recolección de basura y distribución de agua potable • La prioridad para al alcalde es lograr en Morena la candidatura a la gubernatura mediante discursos triunfalistas, así como promesas y más promesas
El próximo mes se cumple el
primer año de inicio de actividades de presidente municipal de La Paz, Rubén
Muñoz, primeros doce meses donde hasta ahora la expectativa generada en la
campaña electoral, simple y sencillamente no se ha cubierto, los principales
servicios públicos de la capital son ahora más deficientes que en anteriores
administraciones.
La pregunta que al respecto se
hacen muchos ciudadanos paceños es referente al porqué ahora supuestamente con
más equipo y con el cacareado supuesto apoyo del gobierno federal o de la
llamada “cuarta transformación” se complica la recolección adecuada de basura y
por supuesto la distribución puntual de agua potable a las colonias de la Capital.
El alcalde Rubén Muñoz cumple
su primer año en esta responsabilidad el 27 de septiembre, es decir dentro de
aproximadamente seis semanas y en términos generales la ciudadanía no ha podido
percibir el supuesto gran avance que se lograría con la primera alcaldía
emanada de Morena en esta capital.
De hecho, hay ahora problemas
nuevos.
Por ejemplo, la multicitada
“ciclovía” establecida en la calle Rangel en la zona del Conchalito, donde esta
“obra” solo se reduce a la pinta de una línea color amarillo que absorbió uno
de los dos carriles de circulación y al mismo tiempo eliminó el espacio para
estacionamiento vehicular que en su momento más de mil ciudadanos expresaron su
inconformidad tanto ante el ayuntamiento como ante los medios de comunicación,
reclamo que por supuesto hasta ahora, nadie atendió este reclamo.
Nadie ha sabido explicar bien
a bien, cómo es posible que la recolección de basura ahora sea menos eficiente
que antes, si se supone que se adquirieron más vehículos nuevos para atender
esta situación.
De igual manera sucede con lo
referente al agua potable que hasta ahora no queda bien claro por qué ahora hay
más problema con el vital líquido que en anteriores administraciones.
Desde luego que no son estos
los únicos problemas de la ciudad de La Paz, sin embargo, es en estos rubros
donde mayor problemática ha existido sin contar el alumbrado público que
también es definitivamente una tarea pendiente de atender adecuadamente.
Sin embargo y a pesar de esto,
el alcalde ha tratado de colocar sin éxito en la opinión pública paceña la idea
de que se está construyendo “La Paz de la Esperanza”, por supuesto en un
desesperado y burdo intento por mimetizarse con las expresiones que en su
momento hizo el ahora presidente de México Andrés Manuel López Obrador quien
por su parte (de acuerdo a las encuestas), cada día es menos aceptado por la
población en general.
Desde luego que el desgaste
natural del ejercicio del poder ya pesa tanto para la administración federal
como para la municipal, sin embargo, la rapidez y la vertical caída en términos
de aceptación y confianza de la administración municipal, es algo que no se
quiere reconocer, por el contrario se han externado expresiones triunfalistas
desde un ayuntamiento fallido y desde el cual se pretende luchar por la
candidatura a la gubernatura.
Parece que Rubén Muñoz olvidó
aquello que expresó justamente en la toma de posesión ante el cabildo:
“Propongo llevar a La Paz,
para que sea, ¿por qué no? el mejor lugar para vivir de todo nuestro país;
pretendo promover un desarrollo económico sostenible en su concepto más amplio,
respetando en todas las inversiones, absolutamente al medio ambiente, incorporando
innovaciones tecnológicas para los servicios públicos. Por ello, nuestra
administración va a promover una nueva cultura de respeto a la naturaleza,
defendiendo nuestro territorio ambiental, como lo más valioso que tenemos,
protegiendo nuestro patrimonio histórico… Los tiempos demandan una renovada
actitud. La sociedad quiere tener nuevas esperanzas, ese ha sido el espíritu
del sudcaliforniano de bien, y deberá ser el principio de nuestra norma de
conducta”.
Toda una pieza de oratoria.
Pero que hoy a casi un año de
pronunciarse, ha quedado muy lejos de llevarse a cabo, por ello la decepción de
la población va en aumento y las evidentes pretensiones de Rubén Muñoz se
encuentran cada día más lejos de ser el candidato de Morena a la gubernatura de
la entidad.
La realidad paceña en cuanto a
la atención a los servicios que debe atender el ayuntamiento, distan mucho de
ser lo que alguna vez fueron y por supuesto lo que Muñoz Álvarez dijo que
atendería incluso con “innovaciones tecnológicas”.
Está claro que el gobierno
estatal, ha aportado y en mucho a la mejor calidad de vida de los paceños con
rehabilitación de diversas áreas y apoyo a la pavimentación de calles, pero
respecto a los servicios municipales, la deuda con la sociedad aún está
vigente.
Veremos cuántas falacias se
nos cuentan en el primer informe de labores para dentro de poco más de un mes
al cumplirse el primer año de gobierno municipal.
Esperemos que la ciudad de La
Paz salga de la cápsula de “la esperanza” y se convierta en una ciudad capital
llena de realidades y no solo de meras promesas y buenos deseos de un alcalde
que es evidente que su prioridad es atender rezagos de tipo personal en lo
económico-político que en lo referente a la exigencia social.
Ya veremos qué clase de oratoria
o retórica nos receta el alcalde paceño en septiembre con motivo de su primer
aniversario al frente del ayuntamiento paceño.