• En diciembre de 1994, la Asamblea General de la ONU decidió que el 9 de agosto de cada año se celebrara el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
En México, como en muchos otros países, el 9
de agosto de cada año conmemoramos el Día Internacional de los Pueblos
Indígenas. El origen de esta celebración es una resolución tomada por la ONU
durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas; acompáñanos a
conocer esta historia.
Según informes de la ONU, en el mundo existen
más de 5 mil pueblos indígenas que viven en unos 90 países y hablan la mayor
parte de las 7 mil lenguas vivas del mundo. Están constituidos por 370 millones
de personas aproximadamente: más del 5% de la población mundial.
A pesar de ello, estos pueblos se encuentran
entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables, encontrándose entre el
15 por ciento de los más pobres.
Por esa razón, el 23 de diciembre de 1994 —durante
el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo— la Asamblea
General de la ONU decidió que se celebrara el 9 de agosto de cada año el Día
Internacional de las Poblaciones Indígenas.
El objetivo de ambas conmemoraciones es el de
fortalecer la cooperación internacional para la solución de los problemas que
enfrentan las comunidades indígenas en ámbitos como los derechos humanos, el
medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud.
Los pueblos indígenas han heredado y practican
culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente.
Retienen, además, rasgos sociales, culturales, económicos y políticos que son
distintos de los predominantes en las sociedades en las que viven.
Las poblaciones autóctonas han buscado
durante años el reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el
derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales. Pese a ello,
a lo largo de la historia, sus derechos han sido siempre violados.
En la actualidad, se encuentran sin duda
entre las poblaciones más vulnerables y perjudicadas del mundo. La comunidad
internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para proteger
sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.