• Cortina de humo
Muchas veces en su afán de
tapar fallas, errores, omisiones, --sin importar las consecuencias que pueda
traer en contra del pueblo--, un gobierno recurre a distractores y provoca
cortinas de humo, a veces con resultados funestos. Pero siempre, en contra de
los más jodidos.
Hubo quienes creyeron, y
siguen creyendo que algo de eso encierran los reiterados apagones que se
han registrado en el estado. Y yo creo que con este tipo de distractores, el
gobierno federal busca alcanzar objetivos. Si se quiere maquiavélicos,
retorcidos, pérfidos. Pero al fin alcanzar objetivos.
Me explicaré: desde sus
inicios, Andrés Manuel López Obrador busca dotar a México de autonomía
energética con una estrategia central mediante la pretende busca fortalecer a
Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Casualmente de los que hablaremos hoy.
Luego entonces, no está por
demás pensar que si en estos momentos se registran fallas en la dotación de
energía eléctrica, bien podría tratarse de un bien estudiando sabotaje
gubernamental, para seguir culpando al pasado. Luego entonces a la vuelta de un
año o un poco más, tras presumiblemente “corregir el error”, brindar un
buen servicio en abastecimiento de energía eléctrica. Cuando la realidad es que
se trató de una artimaña o un bien orquestado boicot de esos que acostumbran
los gobiernos. Aquí está pues el logro de un objetivo.
¿Por qué? Porque entre las
principales promesas del Presidente López Obrador están no aumentar el precio
de los combustibles más allá de la inflación, además de evitar la compra de
energéticos al extranjero y reducir el costo de la energía eléctrica en la
franja fronteriza.
En efecto, como parte de sus
proyectos el nuevo Gobierno federal, en el caso concreto de la autosuficiencia
eléctrica, pretende transformar las termoeléctricas para hacerlas más
eficientes y benignas con el medio ambiente, así como dar impulso a las
hidroeléctricas y a las energías renovables. Y por otro lado plantea generar
autosuficiencia petrolífera con la flexibilización del mercado de las gasolinas
y el incremento de la exploración y de la producción.
Sin embargo, basándonos en la
realidad, habríamos de dejar muy en claro que no hay tiempo ni dinero
suficiente para esos grandes cambios que requieren miles de millonadas de
pesos. Y la urgencia obliga a la nueva administración, a dar resultados a
corto plazo, pues, no debemos olvidar que, por otro lado, están también otros
terribles fenómenos como la pobreza, la falta de empleo, y en especial la
violencia.
Pero, siendo honestos,
la problemática de los apagones, muy a pesar de los drásticos
resultados para el pueblo, más aun cuando están ocurriendo en tiempos de
extremo calor como los actuales, pareciera que no genera gran preocupación para
el sector oficial, que dicho sea de paso, lo toma como un simple juego de
niños.
Esto, a pesar de la gran
seriedad que encierra. Y será porque a ellos no les afecta.
Y para ilustrar lo anterior,
he de retomar parte, de una bien lograda nota periodista por nuestro director
Cristian Carlos Sánchez, donde afirma que la Comisión Reguladora de Energía
(CRE) desmiente al delegado federal en BCS Víctor Castro Cosío, quien habría
informado que los apagones se debían a una falla en el equipo técnico de la
CFE.
En efecto, Luis Guillermo
Pineda Bernal, comisionado de la CRE escribió: “la Comisión Federal de
Electricidad en Baja California Sur podría quedarse sin combustible por falta
de pago a Petróleos de México. El buque carguero “Francisco II” que trae
el combustible podría retirarse y dejar el producto que transporta en otra
entidad”.
Aclara que fuentes de Diario
El Independiente confirmaron que efectivamente los buques “Miguel Hidalgo
II”, “Francisco I Madero”; y “Francisco I. Madero II”,
están fondeados esperando la orden a la Comisión Federal de Electricidad
para descargar pero que en ningún momento Pemex ha dejado o enviado una
orden de que se deje de surtir a BCS.
Y dice que la misma fuente le
informó que los apagones nada tienen que ver con la falta de combustible, toda
vez que los tanques de la CFE están, en estos momentos al 50 por ciento de su
capacidad, sentenciando incluso que la CFE quiere embroncar a Pemex para no
responsabilizarse de sus fallas, toda vez que no hay desabasto de combustible.
Muchos se preguntan entonces:
¿qué diablos pasa? Cuando por tercera ocasión en lo que va de la semana, el
Sistema Eléctrico de la entidad ha declarado estado de emergencia debido a que
no cuenta con la capacidad para brindar el servicio; y derivado de ello,
anticipa que en algunas colonias de Baja California Sur habrá cortes
preventivos de luz.
Y nada menos hace unos días el
Sistema Eléctrico de Baja California Sur se declara en Estado Operativo de
Emergencia al contar con un margen de reserva operativa menor al 4 % y no
soportar la contingencia sencilla más severa”, según apuntó el Centro Nacional
de Control de Energía (CENACE)
Por su parte, es precisamente
el coordinador de programas federales en Baja California Sur, Víctor Castro
Cosío, quien ha asegurado que “no estamos en una emergencia, como se ha
querido publicitar”, toda vez que hasta el momento no se ha afectado a ningún
centro hospitalario: “tenemos un problema técnico, nos acarrea un problema muy
serio que se está tratando de que ningún hospital se quede sin luz.
Y agregó algo que se nos hizo
aún más extraño: “no hemos tenido problemas; se están priorizando esas áreas,
de alguna manera los vecinos se están beneficiando”.
Perdón, ¿Qué no hay problema?
¿Qué se están Beneficiando?... Explíquenme por favor.
Y mientras esta fiebre de rara
declaratonitis está en boga, es ya la quinta ocasión en que Baja
California Sur padece afectaciones en menos de un mes, presentándose cortes de
luz en los municipios de Loreto, Comondú, La Paz y Los Cabos.
Y lo peor de todo es que al
hablar de la Comisión Federal de Electricidad, se trata de una empresa que
nunca nos fía. Y a la cual jamás le quedamos a debe un cinco.
Cuestión de tiempo.