“Si de esta manera arreglan los baches que están a un lado de las oficinas donde atiende la presidenta ¿que nos espera en las colonias?” acusan los ciudadanos
San José del Cabo, Baja California Sur. - El deterioro de las calles en San José del Cabo provocan que el tema de los “baches” siga siendo un problema eterno, brindando una pésima imagen y evidenciando falta de interés de los gobiernos, así como poca inversión en programas de obra pública.
Es evidente que el añejo problema de los agujeros en la superficie del pavimiento requiere soluciones a fondo, y no a través de “curitas” que ni siquiera están dentro de trabajos de rehabilitación o reencarpetamiento, sino que se recurre a “tapones” con tierra.
Un claro ejemplo, es la acción que se realizó sobre la céntrica calle Manuel Doblado donde la solución para un bache que agrandó sus dimensiones luego de las recientes lluvias, fue rellenarlo con tierra. El área de la vialidad en la que apareció este agujero, por si fuera poco, se encuentra justo a un costado del Palacio Municipal.
Mientras Diario El Independiente obtenía fotografías y evidencia de esta situación, un automovilista se detuvo su marcha, bajó la ventanilla del vehículo y señaló: “Si de esta manera arreglan los baches que están a un lado de las oficinas donde atiende la presidenta, imagínese ¿que nos espera en las colonias?”
Es preciso mencionar que, la calle Manuel Doblado es una de las más transitadas de San José del Cabo, pues se trata de una de las vías que comunica con el centro de la ciudad y tramos lineales. Asimismo, se trata de unas de las calles más afectadas por el tiempo y desinterés de los gobiernos.
Numerosas calles y tramos carreteros cuya vida útil ha terminado, afectaciones por lluvias y material de mala calidad en trabajos de rehabilitación son algunos de los principales factores que originan el deterioro de decenas de vialidades en la cabecera municipal, al igual que la interminable aparición de baches, situación que se mantiene como el principal dolor de cabeza de automovilistas al generar daños imprevistos a vehículos cuya reparación, “pega” en los bolsillos de los propietarios.