• El foro Sor Juana Inés de la Cruz de la UNAM estrena 'La vieja furiosa del norte', de Antonio Zúñiga, dirigida por Ray Garduño, dentro del ciclo Teatro por la Dignidad
Ray
Garduño, director de La vieja rabiosa del norte, cuenta que en las 60
representaciones que tuvo su compañía dedicadas a estudiantes en Tijuana, el
público joven insultaba al principio a los actores de este drama sobre el viaje
de centroamericanos en La Bestia hacia Estados Unidos, pero al final recibían
el mensaje: los migrantes también son humanos.
La
obra de Antonio Zúñiga se estrena ahora en Ciudad de México, en el foro Sor
Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario, dentro del ciclo Teatro
por la Dignidad, una iniciativa emprendida desde 2017, encabezada por el
director y dramaturgo Luis de Tavira, como respuesta al discurso y política
racistas y antiinmigrantes de Donald Trump.
En
entrevista, Garduño explica que la reacción de animadversión de los jóvenes en
Tijuana, una ciudad formada por migrantes, tuvo que ver con que cuando se
representó La vieja rabiosa del norte en 2018 empezaban a llegar las caravanas
de hondureños a esa urbe.
“Nos
pasaba con chicos de secundaria. Había chicos que entendían y empatizaban con
lo que poníamos en escena, pero había quienes les gritaban cosas a los
personajes, porque había un verdadero ambiente de linchamiento de mucha gente
en Tijuana contra los migrantes centroamericanos.
"Eso,
como fenómeno, fue bastante interesante coincidir con ese momento histérico en
la ciudad para reflexionarlo con jóvenes, que no entendían lo que estaba
pasando pero estaban influenciados por los medios, redes sociales y personajes
que dan noticias desde una perspectiva bastante subjetiva tratando de generar
animadversión hacia los migrantes”, explica Garduño, director también de la
compañía Inmigrantes Teatro.
Zúñiga
escribió la obra hace unos tres años, tras la lectura de, Los niños perdidos,
el libro de Valeria Luiselli sobre los menores que llegan solos a Estados
Unidos. Está enfocada a los adolescentes y adultos y trata sobre el viaje de
tres jóvenes primos centroamericanos, un hombre y dos mujeres, que cruzan todo
México en el tren La Bestia rumbo a la frontera con EU, “la vieja rabiosa del
norte”, una metáfora inspirada por una terraniente estadunidense entrevistada
por una revista que dijo que defendería sus tierras de Trump y de inmigrantes.
“Son
tres jóvenes que le dan la voz a muchos otros jóvenes que van montados en el
lomo de La Bestia, a quienes se van encontrando en los caminos. Esa fue la
razón para enfocar la obra para ese público joven, en primera instancia por la
edad de los personajes, y porque nos parecía pertinente hablarle al público de
nuestra ciudad sobre algo que tenemos ahí y que, siendo francos, a veces
tratamos de hacer invisible, los migrantes”, subraya Garduño.
El
montaje en el Sor Juana es un reto para la compañía de Garduño, pues tiene que
usar la escenografía de las otras tres obras montadas esta temporada en el
ciclo Teatro por la Dignidad: No volveré, de Estela Leñero, Esperamos al Gordo,
de Jaime Chabaud, y Cremación, de Juan Villoro.
“Es
un reto bastante grande, desde el tamaño del espacio que nos condiciona, no nos
limita porque nos da otras condiciones para reelaborar nuestro discurso
escénicamente, digamos que en ese mismo espacio trataremos de hacer una
adaptación de la plástica de nuestra propuesta que tiene que ver mucho con la
inmensidad del desierto y con estos lugares donde se detienen los migrantes en
el camino”, expone Garduño quien trabajó en adaptar la escenografía con
Jonathan Ruiz de la Peña.
También
a nivel actoral hay otro reto porque La vieja furiosa del norte originalmente
tiene un frente y en el foro universitario, dos. Pero ante esas adversidades
Garduño espera sobreviva el discurso.
“Lo
importante en realidad es el discurso de lo que queremos reflexionar en el
escenario para nosotros y el público: entender la condición del migrante como
ser humano, eso es lo que nos importa poner a reflexión, poner al migrante como
cualquiera de nosotros que va en busca de mejores condiciones de vida, y que se
enfrenta a miles de vicisitudes para lograr llegar ahí”, dice.