Apple ya había anunciado la llegada de sus tarjetas de crédito desde marzo pasado en una conferencia en Cupertino
ESTADOS UNIDOS.
La multinacional estadounidense Apple anunció este martes que abrió el proceso de solicitud, aprobación y entrega de sus primeras tarjetas de crédito para algunos clientes seleccionados al azar entre aquellos que pidieron que se les notificara cuando esta estuviera disponible.
Todo el proceso es completamente digital y dura unos pocos minutos, de manera que varias personas ya consiguieron este mismo martes su Apple Card -como ha sido bautizada la tarjeta- creada por la compañía de Cupertino (California, Estados Unidos) en colaboración con el banco de inversión Goldman Sachs.
Se trata de un preestreno antes de que la tarjeta pase a estar disponible para todos los usuarios de iPhone en Estados Unidos que lo deseen más tarde este mismo mes, un lanzamiento, por tanto, en línea con la estrategia habitual de la empresa de intentar revestir sus productos de la mayor imagen de exclusividad posible.
Quienes hayan sido seleccionados al azar para el preestreno de este martes serán notificados en iPhone y se les pedirá que procedan con la solicitud, en la que se les preguntará su dirección postal, fecha de nacimiento, nivel de ingresos y los últimos cuatro dígitos de su número de la seguridad social, es decir, el procedimiento habitual para solicitar cualquier tarjeta de crédito en Estados Unidos.
Esta información será enviada a Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversión del mundo, que decidirá si aprueba o no la emisión de la tarjeta en cuestión de minutos y, en caso de ser aprobado, el solicitante podrá empezar a usar su tarjeta digital de inmediato.
En caso de que además de la versión digital, el usuario también desee una tarjeta física, este podrá pedirla de forma gratuita y la recibirá por correo en unos días.
Apple Card puede ser usada desde el celular en cualquier establecimiento que acepte el sistema de pagos de la empresa, Apple Pay, y compensa todas las compras con un "premio" del 2 % del dinero gastado (3 % en el caso de compras de productos Apple) en caso de emplear la versión digital, y del 1 % si se utiliza la tarjeta física.
El nuevo servicio puede ser usado en cualquier parte del mundo sin tener que pagar comisiones internacionales siempre y cuando Apple Pay sea aceptado, e integra todas las funcionalidades habituales de las tarjetas de crédito: consulta del historial de compras, información sobre pagos y facturas, etc.
La compañía que dirige Tim Cook anunció la creación de su propia tarjeta el pasado 25 de marzo durante un acto poco habitual en su sede de Cupertino en el que no hubo ninguna novedad de hardware y que se centró en los servicios, un segmento en el que la empresa ha depositado todas sus esperanzas de futuro.