MÉXICO.
En Lotería Huasteca (Ediciones del Lirio y Plural, 2019) Alec Dempster emprende un recorrido por esta región geográfica de nuestro país. Entre música de huapango, artesanía, flora y fauna, gastronomía, arquitectura, textiles, colores y formas, esta investigación antropológica supone una travesía gráfica por la cosmogonía y la lengua a través de 54 grabados y textos que rescatan la memoria de toda una tradición.
A veces hay un poco de confusión en cuanto al título del libro, pero al adentrarse en cada uno de los textos el lector logrará entender que esta Lotería Huasteca es una suerte de libro de viajes, aunque rompe un poco con ese formato, porque la lectura no debe ser cronológica ni debe leerse de principio a fin, en estricto orden. Mi libro quiero verlo como una guía ilustrada hacia la Huasteca, una invitación para que las personas tomen sus pautas, para que hagan sus propias indagaciones y viajes”, explica el autor en entrevista.
El universo cultural de la Huasteca, que comprende regiones de Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo y San Luis Potosí, puede percibirse, olerse, escucharse y sentirse gracias a la descripción detallada del autor, quien visitó tianguis, mercados y zonas arqueológicas de este territorio. Sus grabados son una muestra de su interpretación de esta aventura.
En el año 2000 comenzó con los grabados. “En ese momento reconocí que mis conocimientos sobre la Huasteca no eran muy profundos, y fue por la motivación de personajes de la huasteca que me animé a hacer los grabados como la lotería, como un juego; eso fue muy rico, porque viajé bastante para ir juntando mis propias vivencias y documentación fotográfica para ilustrar una cultura que estaba conociendo.
Durante los años he tenido la suerte y gusto de conocer aspectos de la cultura que no siempre están a la vista. Por ejemplo, en los tianguis de la Huasteca hay posibilidad de adentrarse en su universo y cultura, se puede ver a los productores con algo recién cosechado. También están los carnavales, el de la sierra norte de Veracruz, por ejemplo, y que retrato en mi grabado llamado Tambor, donde pude grabar a los huapangueros y la danza. Son lugares recónditos del país”, afirma el artista visual y también músico.
La acamaya, El amate, El bocol, El caimán, La casa, El cerro, El chichapal, El chiquihuite, El cotorro, La curandera, La danza, El trovador, La siembra, El huapango, El mapache, La jarana, entre otros, son los tallados hechos en madera que componen este nutrido cosmos lingüístico y cultural.
Respecto a su labor como artista visual, Dempster adelanta que el 4 de septiembre, en el Museo Casa de Memoria Indómita, habrá una muestra de esa faceta.
En cuanto a la exposición propiamente, Alec Dempster brinda detalles. “Quise que el tema estuviera en sintonía con las actividades del recintio, es decir, con la memoria. Voy a aprovechar para exponer todos los grabados del libro, debido a que considero que sí hacen memoria de una cultura viva, la cual puede ser frágil: es una forma de documentar y hacer memoria de una cultura. También voy a exponer una serie de retratos de músicos del sur de Veracruz, que es otro proyecto de historia oral, de memoria de los músicos”, afirma el autor.
EN BUSCA DE LA RAÍZ MITOLÓGICA
Viajero, artista gráfico y músico, Dempster encontró en la Huasteca un sitio idóneo donde se integran perfectamente bien estos tres elementos: el paisaje, la música y las experiencias de una región llena de tradición y raíces mitológicas. “Hay una historia de viaje que culmina con este libro. Yo vivía en Xalapa. Mi contacto con la Huasteca fue, en un principio, íntima, pero superficial. Poco a poco, gracias a los viajes y los amigos, me adentré en el mundo de la música de huapangueros que ya son legendarios en este estado, que tocaban todos los viernes en conocidos restaurantes en la capital de Veracruz.
También debo agregar que es un libro muy documentado. La investigación no va sólo hacia un estado en particular, aunque las primeras anécdotas recuerdan el norte de Veracruz, que hay que reconocer que está lejos de Xalapa, sino que en la investigación también hay fuentes de muchas zonas de la Huasteca”, explica.
Autor también de libros como Lotería Jarocha y La jarana de Mario, Alec Dempster recuerda que Lotería Huasteca tuvo una primera publicación en Canadá, país donde creció.
Ante la pregunta de qué retos encontró en el público canadiense, aseguró que “cuando no hay conocimiento de la cultura mexicana, como puede pasar en Canadá, y todo llega a través de los medios, la información que se tiene es un poco negativa”. Sin embargo, prosigue, “todo proyecto de cultura mexicana que se hace fuera del país puede ser de mucho interés para la comunidad de otra nación, en este caso el de Canadá, que debió enfrentar sus prejuicios por su falta de conocimiento”.
TRADUCCIÓN, CON AYUDA
Por otra parte, Dempster afirma que la versión al español resultó complicada debido a que él no es escritor. “Sin duda, la traducción representó un enorme reto, ya que me enfrenté con mi propia forma de escribir, así como el reto de revisar y tratar de mejorar lo que escribí en otro idioma. Tengo que reconocer que siempre que fue necesario busqué a amigos escritores y académicos para que leyeran y me dieran sus opiniones respecto a lo que estaba escribiendo y traduciendo”, concluyó el autor.