BEVERLY HILLS.
Cercano a la cultura mexicana, el realizador estadunidense Quentin Tarantino utilizó algunos elementos mexicanos en su más reciente filme Había una vez... en Hollywood, mismo que arribará a la cartelera de nuestro país el 23 de agosto, un mes después de su estreno en Estados Unidos, y en el que los personajes beben mezcal, comen tamales, disfrutan de un plato de frijoles o se dicen uno a otro: “no llores frente a los mexicanos”.
¡Estamos en Los Ángeles. Crecí en Los Ángeles y tu acento está bien cuando pronuncias las calles de la ciudad. Teníamos en la película más referencias, pero tuvimos que editarlas, había unas en donde se podían ver algunos carros de esos que se mueven constantemente de arriba para abajo (bouncing cars). De hecho teníamos una escena en la que Margot Robbie sale con sus amigos y ven esos autos. Era una gran secuencia, pero quedó fuera”, comentó Quentin Tarantino a pregunta expresa de Excélsior, durante el encuentro que tuvo la mañana de ayer con un reducido grupo de medios internacionales.
En Había una vez... en Hollywood, la que se dice es la novena y penúltima cinta dirigida por Tarantino, cuenta dentro de su reparto central con Brad Pitt, el ganador del Oscar, Leonardo DiCaprio, y la joven australiana Margot Robbie, quien en comparación de la dupla masculina, se pone por vez primera bajo las órdenes de Quentin Tarantino.
Debo decir que pasé muchos años imaginando cómo sería estar en una película de Tarantino. Siempre pensaba que si algún día me daba un personaje iba a ser uno en el que estaría rodeada de armas, de sangre y en el que patearía traseros”, expresó Margot Robbie provocando las carcajadas tanto de Quentin Tarantino como de Brad Pitt y Leonardo DiCaprio.
¡Sí, ya sé que suena muy divertido eso! Sin embargo me la paso horas y horas haciendo compras, hablando de cosas de bebés o comiendo. Hubo un momento en que dije: ‘esto es muy agradable’. Tarantino me daba indicaciones como ‘pon allá este muñeco de bebé y después habla del papel que adorna el cuarto del bebé. Realmente fueron escenas muy amorosas”, complementó Robbie, quien en Había una vez... en Hollywood interpreta a la finada actriz Sharon Tate, quien en 1969, año en que transcurre la trama, estaba esperando un bebé del director Roman Polanski.
Al escuchar las palabras de Margot Robbie, Tarantino hizo un movimiento cual niño queriendo participar en algo para tomar el micrófono y provocar el sonrojo y la carcajada de sus tres actores.
Margot estuvo muy comprometida, recordaba cada línea que le decía, mientras que estos chicos (Pitt y DiCaprio) tenían tres líneas y en la primera toma decían bien una, en la segunda toma ya obtenía dos líneas y en la tercera toma ya sacaban bien sus líneas. Margot recordaba todo, absolutamente todo, estaba comprometida con toda la mierda que salía de mi trasero... Ya sé que es una imagen grotesca, pero tómenlo metafóricamente”, relató entre risas Quentin Tarantino.
Leonardo DiCaprio y Brad Pitt ya habían trabajado con Tarantino: el primero hace siete años en Django sin cadenas y Pitt hace 10 en Bastardos sin gloria.
Siempre hay algo emocionante, poderoso y electrizante en sus sets. Como Brad lo dijo hace rato, siempre hay cierta especificidad en sus diálogos y uno lo toma como si fuera una biblia, pero también se siente esa energía general de que todos estamos creando algo único y especial todos los días con nuevas posibilidades que pueden llegar en cada momento”, detalló DiCaprio, quien en la trama interpreta a Rick Dalton, un actor en crisis existencial.
Por su parte, Brad Pitt, quien hace a Cliff Booth, el doble de Rick Dalton, comentó que aceptó sumarse al proyecto por una simple razón.
Quentin, esa es la principal razón. Él es un tipo que ha hecho una gran contribución al cine, además de que es muy divertido y nos la pasamos muy bien, tuve unos diálogos fascinantes. Disfrutamos el proceso y el resultado, Quentin siempre busca dar lo mejor durante el proceso de filmación, siempre busca lo mejor en sus historias, les dedica meses de trabajo y éste filme no es la excepción”, relató Pitt, ganador de un Oscar como productor de 12 años esclavo.