Cabo San Lucas (CSL), Baja California Sur.- Mientras por un lado, funcionarios públicos se toman la tradicional foto con asociaciones civiles de la iniciativa privada, por el otro, los “vestigios” que dejaron extintos programas sociales del gobierno federal, están en completo abandono, tal es el caso de algunos comedores comunitarios que funcionaron a través del programa “Sin Hambre”. 

Es el caso del Comedor Comunitario de la colonia Real Unidad, en una de las zonas marginadas del puerto de Cabo San Lucas; El espacio surgió luego de embate del huracán “Odile” en Septiembre del año 2014, y hasta hace unos meses, recibía apoyos federales para alimentar a más de cien niños y sus familias. Mirtha Gamiño responsable del espacio, comentó que hoy viven por convicción, dando de comer cinco días a la semana, a estas familias de bajos recursos. 

“Nosotros lo estamos haciendo por el amor a Dios, pero esto es trabajo de la autoridad, por la comunidad. Nosotros no nos está apoyando el gobierno con alguna cantidad; A nosotros nadie nos está pagando, atendemos como ochenta a cien niños y las mamás son como treinta, los atendemos de martes a sábado”, explicó la ciudadana  a Diario El Independiente. 

Asegura la señora Gamiño, quien con su familia y por voluntad propia decidió seguir de manera independiente, dependen de la caridad a la sombra de la indiferencia de las autoridades que hoy e dicen la “Cuarta Transformación”. “La autoridad nunca se ha acercado desde que quitaron el programa Sin Hambre, nos dejaron de apoyar y la verdad nos la estamos viendo bien difícil, más aun ahora con los niños de vacaciones. Yo puedo cerrar el comedor, pero el hambre siempre están, los niños ahí están, es un trabajo muy bonito y valioso y que si todos pusieran de su parte, saliera cubierta la necesidad de este lugar” agregó. 

Comenta Mirtha Gamiño, la necesidad de alimento existe y sobretodo que los niños no preguntan de dónde viene la comida, o quienes la proveen, y misma que en campaña y en búsqueda de un voto, los hoy “representantes del pueblo”, ofrecieron como promesa de vida, pero ya la olvidaron. Señala de manera general, los hoy funcionarios, prefieren acercarse a asociaciones civiles o privadas “por la foto”. 

“Ellos no saben ni de donde sale la comida, o cómo le hacemos y es preocupante la verdad; Ahorita no hay arroz, aceite, frijol, nada. Lo poquito que traen se utiliza, pero ahorita no hay alimento. [...] Vinieron en campaña por los votos pero la verdad, ahorita están sentados en “su sillita” y ahorita no se acuerdan, ni uno; para no echarle la culpa a uno solo, ni uno se acuerda”, finalizó la responsable del Comedor Comunitario “Real Unidad”.