• En México, las mujeres votaron en una elección federal por primera vez un día como hoy, pero de 1955. Aquí te contamos por qué no pudieron hacerlo antes
Hace 64 años, el 3 de julio de 1955, las
mujeres pudieron por fin participar en un proceso electoral federal: se trató
del proceso para elegir a los diputados federales para la 63 legislatura.
¿Por qué no pudieron votar el 5 de febrero
de 1917, después de la promulgación de la Constitución? Porque no eran
consideradas ciudadanas y el voto y el derecho a ser votados, son prerrogativas
ciudadanas, de acuerdo con el artículo 35.
De acuerdo con el estudio Efectos de la
paridad de género en la legislatura mexicana: avances y retos para la igualdad,
elaborado por el INE, el reconocimiento al derecho al voto de las mujeres fue
en 1953.
Ese año, el Ejecutivo publicó en el Diario
Oficial de la Federación una reforma al artículo 34 que reconoció como
ciudadanos a “los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos,
reúnan además los siguientes requisitos:
“Haber cumplido 18 años, siendo casados, o
21 si no lo son.
“Tener un modo honesto de vivir”.
Se trató de un triunfo a nivel federal
porque antes, ya algunos estados habían realizado avances en el reconocimiento
a la participación política de las mujeres. Sin embargo, los avances han sido
graduales: fue hasta 1947 cuando se reconoció la igualdad de hombres y mujeres
ante la ley.
A partir de la última década del siglo
pasado, fue necesario que, además del derecho al voto, se reconocieran las
brechas de género en la postulación a cargos de elección popular. De acuerdo
con el informe del INE, la representación de las mujeres en el Congreso
mexicano no había rebasado 15 por ciento en 1988.
Desde entonces hubo mayores esfuerzos para
que los partidos postularan a un mayor número de mujeres a los cargos de
elección popular; inicialmente de manera voluntaria y a partir de la reforma
política de 2002, con una cuota obligatoria que se fijó inicialmente e 30% de
las postulaciones y que pasó a 4 por ciento en 2008.
Sin embargo, mayores oportunidades de
postulación no garantizaban igualdad de representación, por lo que colectivos
feministas impulsaron y consiguieron que el principio de paridad de género en
la postulación para integrar el Poder Legislativo se incluyera en la
Constitución y que comenzara a aplicarse en las elecciones intermedias de 2015.
Hoy, como resultado del principio de
paridad, de las 500 diputaciones que conforman la Cámara de Diputados, 241
corresponden a mujeres, y de 128 escaños en el Senado, 63 son ocupados por
mujeres.
Según el informe, a pesar de la vigencia
del principio de paridad en la postulación de las candidaturas, las mujeres
continúan compitiendo en condiciones desiguales en materia electoral, que junto
con otros factores sociales y culturales asociados al género, permiten la
permanencia de las brechas de género.