José y Jesús viven en la periferia de La Paz, BCS; algunos amigos los alimentan por compasión y su familia reconoce no poder ayudarles, excepto Ángel, de 14 años, hijo de uno de los afectados que los cuida
La Paz, Baja California Sur.- En el abandono sobreviven los hermanos Montaño Sánchez, tras sufrir ambos un derrame cerebral con menos de 6 meses de diferencia; ellos son Jesús Manuel, de 60 años y José, de 54.
Esto fue constatado por Diario El Independiente directamente en su domicilio, ubicado en las calles Francisco Villa, entre Veraruz y Tabasco, del ejido Chametla de La Paz, Baja California Sur (BCS).
En una casa con material endeble, techo de lámina, fogón de leña, piso de tierra y con profundo olor a orines acentuado por el calor del verano, se encontraban estos hombres antendidos únicamente por un niño de 14 años.
El menor de nombre Ángel, es uno de los 3 hijos de Jesús Manuel, quien dice no ir a la escuela, pero terminó la primaria; su madre, exesposa del enfermo, ya no lo cuida por no recibir pago a cambio.
Mientras barría la casa, el menor de edad permitió entrevistar a los enfermos y fungió como intérprete de su papá y su tío, quienes intentaron comunicarse con sonidos guturales, que apenas parecían palabras.
Cabe señalar que un derrame cerebral ocurre cuando el flujo de sangre al cerebro está interrumpido por la presencia de un vaso sanguíneo que bloqueado o roto.
Las células del cerebro que no reciben suministro constante de sangre oxigenada pueden morir, ocasionando daños permanentes al cerebro.
José, cuyo derrame fue más reciente, hablaba con más fluidez, pero se encontraba en una cama instalada en la entrada de la casa; mientras que, Jesús Manuel, postrado en otra habitación, sin poder hablar o moverse, disfrutaba algunas películas con un aparato televisor.
El menor relató que en enero de 2019, su padre, Jesús, tuvo el derrame después de ingerir “pastillas caducadas”; algunos vecinos refirieron un posible problema de drogadicción en ambos enfermos, pero sus familiares señalaron desconocer el “medicamento” utilizado.
Jesús fue atendido en el Hospital General con Especialidades “Juan María de Salvatierra” y recibió terapias en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), las cuales “ya se le acabaron”, confirmó su hijo, sin mayores resultados.
Más adelante se presentó el derrame cerebral de José, de 54 años y conocido en el barrio, durante el pasado fin de semana, el día 20 de julio.
“De tantas pastillas que tomaba para la presión”, dijo el niño sobre el caso de su tío; familiares dijeron desconocer el motivo de la enfermedad de José, pero señalaron un posible vínculo de ambos casos.
· Sus amigos en Chametla los ayudan por compasión
Los hermanos han radicado en Chametla desde hace décadas, señalan vecinos. Antes del derrame, Jesús trabajó como mecánico desde casa, mientras José se dedicaba a limpiar terrenos, ayudar vecinos y vender chatarra “al kilo” para sobrevivir.
Una mujer de alrededor de 65 años, quien prefirió no dar su nombre, señaló haber acompañado a José en el hospital tras su derrame, a falta de algún familiar.
“Desde que salió del hospital me lo entregaron, estuve desde la mañana hasta por la tarde, hice maniobras de todo tipo para que me lo entregaran”, señaló.
Dijo haber iniciado la jornada con el enfermo desde las 8:00 horas y haber recibido el alta médica a las 17:00 horas, para posteriormente conducirlo a su casa; se había puesto algo “altanero”, señaló.
Dijo que sus familiares y acompañantes los permiten vivir en condiciones insalubres. Tras el derrame, solo han podido estar en cama, sin levantarse siquiera para ir al baño.
“El mismo pantalón que tiene, con ese salió del hospital […] hay que ser consecuente con un enfermo pero no a tal grado de que el enfermo te mande, con cariño y todo”, dijo la vecina.
Debido a que José se niega a utilizar pañales para adulto, no ha permitido que nadie le retire los pantalones en 3 días, lo que ocasiona un fuerte aroma en toda su vivienda.
“La solución es que se los lleve un familiar a una casa y otro familiar a otra casa, es la solución adecuada porque como te digo, todos trabajan”, señaló.
Prometió que los vecinos continuarán apoyando a los enfermos con algunos alimentos, pero sus cuidados especiales son responsabilidad de la familia, apuntó.
· “Llevamos a mi tío Jesús al hospital a tiempo, de lo contrario hubiera muerto”
Carlos Montaño, mayor de edad y sobrino de ambos enfermos, accedió a brindar información para Diario El Independiente sobre este problema.
“Son 6 meses con mi tío Jesús Manuel y hace pocos días acaba de salir mi tío José, del Salvatierra. Le pegó lo mismo que a él”, agregó.
Dijo que por un malestar estomacal y la imposibilidad de evacuar los intestinos, Jesús Manuel decidió tomar una pastilla ofrecida por “un amigo”.
“No podía hacer del baño, andaba medio hinchado del estómago. Llegó un amigo de él, le dijo que esa pastilla era buena para el estómago. Se la tomó, no sabemos qué pastilla es y anduvimos investigando”, dijo el sobrino.
“Se la dio un señor que se la lleva con ellos, un señor mayor”, agregó.
Durante la visita de Diario El Independiente a la vivienda, se encontró a Ángel de 14 años y a un hombre identificado como “César”, de aproximadamente 60 años, acompañándolos.
“Al ratito como a las horas empezó a vomitar mucho, en un vómito se cayó. Que como pudo, se fue a la cama. Le hablaban y no respondía, pasaron 4 días, tirado en la cama, hasta que me hablaron a mí”, señaló.
Dijo haber visitado a su tío Jesús Manuel y haberlo encontrado en muy malas condiciones tras 4 días de agonía, por lo que inmediatamente solicitó una ambulancia para brindarle atención.
“Ya estaba hecho del baño, orinado, no podía mover un pie, un brazo les pregunté a ellos ¿cómo no se dieron cuenta ustedes que le había dado un derrame cerebral?”, señaló.
“Dejaron pasar 4 días porque no se dieron cuenta, no hablaron inmediatamente a la ambulancia y así estuvo 4 días el pobre”, agregó el sobrino Carlos.
Expuso que inclusive los paramédicos de la ambulancia le manifestaron que Jesús Manuel se encontraba “estable” y evitaban enviarlo al hospital.
“Lo estaban checando y no se lo querían llevar porque lo miraba a costado y se veía bien, pero no podía hablar, ni comer, se hacía del baño, mire señor, como no se lo van a llevar”, expuso.
“¿Cómo puede ser que no lo lleven al Salvatierra? Está estable, me decían. Me vieron enojado, resulta que se lo llevaron, si no lo hubiéramos llevado a tiempo, se hubiera muerto”, agregó.
· Familia de bajos recursos dice no poder ayudarlos
Carlos Montaño dijo haber inscrito a su tío Jesús al Seguro Popular; además de eso, ninguno de los enfermos contaba previamente con servicio de salud.
Se mostró en desacuerdo en que la persona que les suministró medicamentos que le ocasionaron dicho problema, continuara habitando dicha casa.
“Resulta que el mismo señor que le dio la pastilla a mi tío, volvió a llegar con ellos a vivir, se queda con ellos. Ahora le pasó lo mismo a mi tío José, está tirado en cama”, señaló.
No hizo acusaciones directas, pero afirmó que esto deberá ser resuelto por las autoridades que correspondan, en caso de existir alguna responsabilidad penal.
“No entendemos qué está pasando, a los dos les dio la misma enfermedad”, añadió.
Para los enfermos solicitó despensa, apoyos económicos y pañales para adulto, ya que los familiares declararon no tener posibilidad de solventar los gastos.
“Mire, de lo poquito mío les he llevado despensa, cuando agarro dinero que me caen trabajitos también pongo mi granito de arena, ahí nos vamos turnando poco a poquito. Pero se nos atora la carreta, no sé la verdad como le harán allá”, finalizó.