La Paz, Baja California Sur.- Lorena Hinojosa presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) señaló que Baja California Sur (BCS) necesita de forma urgente una prohibición de plásticos para tener un verdadero estado sustentable y desarrollo pleno del sector empresarial y turístico.

Tras la firma de convenio entre los municipios, el gobierno estatal y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad señaló, sin sustento legal alguno, que una vez que entrara en vigor la desplastificación de bolsas de plástico, popotes y uniceles, la restricción definitiva para el uso de estos productos sería hasta el 16 de agosto del 2021, algo que Hinojosa calificó de lamentable, pues a pesar de que las normas de desplastifícate se aplican desde el 16 de agosto de este 2019, sólo serán restricciones voluntarias.

"Esto va a ser una "curita" nada más, necesitamos que haya una prohibición porque si no van a haber muchas ventanas por donde podamos brincarnos y para que hagamos lo que querríamos [...] como dirigente me debo al sector y lo veo desde el punto de vista empresarial, estoy a favor de la desplastificación y la sustentabilidad, pero no de estas ambigüedades", explicó a Diario El Independiente. 

En este sentido la representante de CANIRAC señaló que al ser solo una restricción, el establecimiento puede ampararse para seguir ofreciendo popotes para sus clientes, "y no se le puede negar, multar o clausurar porque no hay una prohibición, sólo dice que nos exhortan a restringirlos", comentó al término del evento.

"Puedo sentarme ante las 359 empresas adheridas a CANIRAC y decirles que se les invita a que tengamos una restricción de estos productos, algunos me dirán que si le entran, otros que no porque puede salir más caro el contenedor composteable y otros me asegurarán que para qué que no tenemos un sistema de separación de basura y de reciclaje", dijo a este matutino.

Sobre este tenor reafirmó que al final la palabra la tendrán los consumidores, pues todos ellos tendrán el poder al momento de adquirir un producto o un servicio, el cual se acomodará a sus necesidades y sus ideales, pues los ciudadanos usarán su razón y decidirán si consumirán en el negocio que regala un postre o hace descuentos por llevar topers o si elegirán el servicio que siga ofreciendo plásticos.