Lo derecho es lo decente
Muy buenos días estimable
lector gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo su Diario El
Independiente.
Antecedentes en la evolución
de procurar justicia; La evolución de las demandas de justicia corresponde a
los diversos objetivos que en cada etapa se procura alcanzar en términos
generales a partir de la Edad Media, se ha querido recuperar la racionalidad jurídica
que singularizo al mundo Romano. Así por ejemplo podemos identificar la
exigencia de oportunidad que obligo a los monarcas medievales a desempeñar una
función itinerante para administrar justicia, y más adelante a delegar esta
tarea; a su vez las reales audiencias, que tuvieron un especial desarrollo en América,
son un buen ejemplo del proceso de descentralización que resulto de la
exigencia de justicia oportuna.
La segunda demanda fue
objetividad en la impartición de justicia, que permitió superar los llamados
juicios de Dios (ORALIAS, TORNEOS Y DUELOS) para adoptar procedimientos que
dieran seguridad por su naturaleza general, publica, estable, predecible, y
controlable, que caracterizan al estado de derecho. En seguida se procuró
asegurar la imparcialidad en la impartición de justicia y de ahí resultaron
principio medulares para la seguridad jurídica como la no retroactividad de las
normas, la prohibición de ser enjuiciado dos veces por el mismo delito y la
presunción de inocencia. Más adelante y dentro del mismo objetivo de
imparcialidad, se planteó la autonomía de los jueces y del misterio público. De
esta manera la universidad de la norma y la autonomía de los integrantes de los
órganos judiciales adquirieron una especial relevancia desde la perspectiva de
la imparcialidad para impartir justicia.
Por si bien con estas medidas
se fueron alcanzando en su larga evolución de siglos, varios de los objetivos
colectivos en materia de justicia, hubo otros aspectos que solo se plantean por
primera vez en el curso del siglo XX la profesionalidad y la responsabilidad de
los administradores de justicia LAS TAREAS DE PREPARACION SELECCIÓN,
ACTUALIZACION, CONTROL Y DISCIPLINA del personal judicial corresponden al más
reciente estado del desarrollo en cuanto la impartición de justicia, las
patologías del poder exacerbadas como nunca antes trasladaron a los aparatos
judiciales una larga serie de expectativas que los transformo en los nuevos
garantes del ejercicio responsable del poder y de las libertades individuales
públicas.
En ese escenario aparecieron
en la primera posguerra, los tribunales constitucionales checoslovaco y
austriaco, de los que hoy existen más de cien en el mundo. Por su parte los
congresos de la judicatura se convirtieron en una de las instituciones más
representativas de la segunda posguerra. En uno y otros casos de lo que se
trata es de salvaguardar los valores de la LIBERTAD DE LA IGUALDAD Y DE
INSEGURIDAD JURIDICA, que resultaron gravemente dañados con motivo de las
configuraciones mundiales. Ambas tuvieron mucho que ver con el ejercicio
racional del poder y a ese objetivo precisamente se dirigen las decisiones de
asegurar la supremacía de la constitución y la solvencia de los jueces.
La posguerra fría presenta
ahora nuevos desafíos para los sistemas constitucionales del poder y para la
impartición de justicia, la concentración del poder del saber y de la riqueza
que alcanza cuotas excesivas y el surgimiento de un Estado intangible, sujeto a
reglas de mercado y no a disposiciones constitucionales, ajeno por ende al
sistema representativo y a los controles políticos, surgieron la convivencia de
extender las facultades del único órgano de poder que no ha sido el judicial. Más
todavía con relación a ese órgano, las fuerzas económicas no solo no plantean
retinencias ni resistencias, sino que, al contrario esperan y promueven su
desarrollo.
Los aparatos de judiciales
considerados como factores necesarios para dar certidumbre a las relaciones
personales y corporativas, son contemplados como indispensables en la etapa
actual de desarrollo de las instituciones. Mientras que con relación a los
gobiernos prevalece una actitud de rechazo y con relación a los congresos y a
los partidos políticos aumenta la desconfianza, los tribunales ocupan un
espacio de respetabilidad que ninguno otro órgano del poder comparte. De alguna
manera por esa razón también han crecido sin número e importancia de los
organismos de relevancia constitucional, en tanto que representan una forma
diferente de ejercer el poder.
En este contexto, los órganos
de impartición de justicia están modelando una nueva forma de cultura
institucional, por lo que su presencia en el escenario social y su participación en nuevas y mayores
responsabilidades, adquieren una dimensión
creciente. Este fenómeno hace recomendable la extensión de facultades de
los órganos de la impartición de justicia, para reducir el desequilibrio
institucional generando por las presiones corporativas y para contrarrestar los
efectos de la corrupción pública.