• La agrupación venezolana, que debutó ayer en Florida, le hace un guiño al célebre Sistema de Orquestas
Bolívar Phil, una orquesta compuesta por más de un centenar
de músicos venezolanos a los que la crisis en su país llevó a Estados Unidos, donde ocho de cada diez se ganan
la vida como taxistas de plataformas como Uber o Lyft, debutó anoche con un
concierto en Miami y volverá a tocar hoy.
Lo que pretendemos es crear una orquesta
sinfónica que se establezca en Miami y perdure en el tiempo”, dice Carlos
Aragón, intérprete de corno francés y uno de los artífices de un proyecto hecho
“a pulmón” o, lo que es lo mismo, “sin nada de dinero”.
Aragón, de 39 años, su esposa, la flautista
Eva Moreno, y el trompetista Anthony Pérez tuvieron la idea de crear la Bolívar
Phil, cuyo nombre es un guiño a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de
Venezuela, a la que algunos pertenecieron.
La Florida International University (FIU)
prestó sus instalaciones para un proyecto que también pretende establecer a más
largo plazo en Miami un programa social y educativo similar al Sistema de
Orquestas venezolano, fundado por el ya fallecido José Antonio Abreu, que le
dio a Venezuela una importante cantera de intérpretes de música clásica, dice
Aragón.
El 95 por ciento de los músicos de la Bolívar
Phil son venezolanos y 80 por ciento trabaja como taxistas privados, dice
Aragón, quien está dentro de ambas categorías y, según cuenta, recibe felicitaciones
de los pasajeros que requieren sus servicios a través de las aplicaciones
citadas, porque en su automóvil siempre suena música clásica.
Entre los músicos que tocarán hoy en el
auditorio del Centro de las Artes Escénicas Herbert y Nicole Werheim de FIU hay
venezolanos no sólo de Florida, sino de Nueva York, Houston, Chicago, Boston,
Filadelfia y otras ciudades de EU, y también venidos de la propia Venezuela, de
Colombia, Panamá y de otros países que acogieron a los que huyen de la crisis.
También hay una representación de músicos
colombianos, cubanos y estadunidenses que han querido sumarse al proyecto, dice
Aragón, satisfecho con la respuesta y con la “hermandad” que se ha creado.
Se han vendido todas las entradas para el
concierto de hoy (ayer) y ese dinero se empleará para organizar la orquesta y
sus siguientes presentaciones.
Ninguno de los músicos participantes ha
cobrado un peso, ni siquiera Pacho Flores, uno de los mejores trompetistas del
mundo que reside en Madrid y dijo “sí” a la primera cuando se le preguntó si
quería participar, subraya Aragón, vicepresidente de la orquesta.
Flores aporta además una obra suya, hasta
ahora no estrenada en América, que forma parte del programa de hoy, en el que
la Bolívar Phil estará bajo las batutas de Carlos Riazuelo y Javier Mendoza.
Riazuelo estuvo durante 22 años en la
Orquesta Municipal de Caracas y ahora da clases de música en Luisiana, mientras
que Mendoza es profesor de la FIU.
Aragón dice que hubieran querido hacer un
concierto de música latinoamericana, pero les fue imposible, porque las obras
de la mayoría de los compositores que les interesaban estaban todavía sujetas a
derechos de autor.
A la fuerza tiene que ser un
concierto de música de antes de 1900, señala con humor. El programa incluye la obertura
de la ópera Guillermo Tell de Rossini, el coro Va, pensiero de
la ópera Nabucco de Verdi, dos obras del checo Johann
Baptist Georg Neruda y Cantos y revueltas,
de Pacho Flores. En escena estuviern también integrantes de los coros Encantus,
Amazonia y Papagayo.
Aragón dice que por ahora los patrocinadores
de la orquesta son los propios músicos, que después de trabajar hasta doce
horas diarias, acuden a ensayar tres horas por día y aportan sus instrumentos y
su talento.
Asegura que quienes los han escuchado en los
ensayos, entre los que menciona al periodista mexicano Jorge Ramos, se
sorprenden de la “energía” que desprende la Bolívar Phil. Es una orquesta con
presupuesto cero, pero con músicos que tocan “con el alma”, subraya Aragón.
Para los músicos participantes, además, es
una suerte de terapia o “limpieza”, después de haber pasado por la dura
experiencia de dejar su país y empezar de cero en otro, donde sólo muy pocos
pueden mantenerse como músicos profesionales.
Muchos dicen que cuando vienen a ensayar “se
transportan” a cuando tenían una vida normal en Venezuela, dice. “Además de una
elevada calidad artística, el público va a disfrutar. La Bolívar Phil es una
orquesta que despliega unión y amor por el arte”, aseveró, por su parte y antes
del recital de ayer, Anthony Pérez, presidente de la formación musical.
Todos los artífices del proyecto destacan su
interés en establecer vínculos fuertes y en tener impacto en la comunidad de
Miami.