MOSCÚ.

La policía rusa arrestó el sábado a más de 600 personas, incluidos destacados activistas, durante una manifestación en Moscú para exigir que se permita a los miembros de la oposición presentarse a una elección local en septiembre.

La protesta, que las autoridades habían declarado ilegal, no representaba un gran desafío para el presidente Vladimir Putin y sus aliados, que cuentan con los recursos para disolver tales manifestaciones y encarcelar a sus participantes.

Sin embargo, la presencia de varios miles de personas demostró que muchos activistas -especialmente los jóvenes- no tienen miedo de desafiar a las autoridades en las calles y seguir presionando para que el Kremlin abra a la competencia el sistema político ruso, estrechamente controlado.

Los cánticos de "Rusia sin Putin" y "Putin dimisión" resonaron por el centro de Moscú mientras guardias pertrechados con equipos antidisturbios golpeaban a los manifestantes con porras y detenían con fuerza a numerosas personas. Al menos una mujer pareció haber sufrido heridas graves en la cabeza.

El encarcelado líder de la oposición, Alexei Navalny, había pedido que la protesta, cerca de la oficina del alcalde de Moscú, presionara a las autoridades para que permitan que los candidatos opositores puedan presentarse a los comicios locales del 8 de septiembre, en los que se les ha prohibido participar.

La oposición no tiene escaños en el Parlamento y apenas aparece en la televisión estatal, todavía utilizada por muchos rusos como principal fuente de información.

Las encuestas han mostrado en el pasado que Navalny, un abogado y activista anticorrupción, sólo cuenta con un apoyo de un dígito porcentual.

Pero sus partidarios afirman que ganó casi un tercio de los votos en la carrera por la alcaldía de Moscú en 2013 y dicen que su movimiento podría avanzar en la capital rusa si se le permite competir en igualdad de condiciones.

Aunque el índice de aprobación de Putin sigue siendo alto, muy por encima del 60 por ciento, ha bajado debido al descontento por una impopular reforma de las pensiones y por el descenso de los ingresos durante los últimos años.

El año pasado, el exoficial de la KGB, de 66 años, fue reelegido de forma masiva para un nuevo mandato de seis años hasta 2024.

Las autoridades sostienen que se prohibió participar a los candidatos opositores en los comicios locales porque no habían conseguido un número suficiente de firmas de apoyo, una acusación que la oposición rechaza por falsa.

OVD-Info, un grupo de monitoreo independiente, dijo que la policía había detenido al menos a 638 personas antes o durante las protestas del sábado.

En situaciones similares ocurridas en el pasado, muchos de los arrestados fueron puestos en libertad el mismo día en que fueron arrestados.

La policía calcula que participaron más de 3 mil 500 personas, de las cuales unas 700 eran periodistas y blogueros.

Testigos dijeron que algunos de los detenidos parecían ser transeúntes comunes en el lugar y en el momento equivocado.

El sábado pasado, la policía detuvo a varios activistas para impedir que asistieran a la manifestación y bloqueó algunas calles centrales para facilitar el control de la situación.

De acuerdo con la ley rusa, el lugar y la duración de una manifestación debe acordarse de antemano con las autoridades, algo que no se hizo en este caso.