• La inauguración está programada para el viernes 2 de agosto y se convertirá en el cuarto sitio arqueológico abierto al público en la entidad
CIUDAD DE MÉXICO.
Autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría de Cultura federal (SC) abrirán al público la zona
arqueológica de Las Ventanas, ubicada en el municipio de Juchipila, en
Zacatecas,
La inauguración está programada para el
viernes 2 de agosto y se convertirá en el cuarto sitio arqueológico
abierto al público en la entidad, junto con La Quemada, Altavista y el Cerro
del Teúl.
Según las investigaciones, Las Ventanas
fue un espacio sagrado que habitaron los caxcanes, considerado uno de los
grupos de habla náhuatl más combativos y complejos que enfrentaron a los
conquistadores españoles.
El INAH ha señalado que esta zona comprende
alrededor de 150 hectáreas, de las cuales, en 48 se distribuyen las estructuras
de mayor tamaño y conforman su zona cívico ceremonial donde se descubrieron
entierros de infantes, petroglifos y lítica trabajada.
Los primeros vestigios de la zona datan del
siglo I d.C., aunque el florecimiento de este espacio se registra entre los
años 1200 y 1531.
Dicho espacio fue considerado un centro
cívico ceremonial que se distinguió por tener una casa construida bajo la cima
de un acantilado, lo que forma una especie de pirámide monumental enaltecida
por 25 monolitos circulares y un juego de pelota.
La estructura se encuentra en un abrigo
rocoso en el acantilado a unos 40 metros debajo de la cima que ve hacia el
valle, adaptado al contorno del muro de la fachada y del espacio que forma el
mismo abrigo.
Dicho muro mide aproximadamente 11.3 metros
de largo por 3.6 metros de altura y la fachada de la casa está construida con
rocas riolíticas y basálticas, unidas con argamasa de arcillas y pastos, e
incluso, algunas de estas rocas conservan franjas de pintura. Aunado a esto, la
casa presenta dos ventanas y las improntas de las maderas que alguna vez
funcionaron como dinteles.
Los estudios de radiocarbono que hasta el
momento han realizado los arqueólogos han determinado que la ocupación de este
sitio arqueológico abarca del año I d.C. a 1531. Según las fuentes, la
batalla más conocida de ese periodo es la Guerra del Miztón o del Mixtón
sucedida entre 1540 y 1541 donde los caxcanes fueron derrotados por los
españoles.
De acuerdo con los reportes del
INAH, en 2014 el arqueólogo Antonio Santos Ramírez encontró evidencia de la
presencia de caxcanes, tras descubrir al menos siete entierros en un área
llamada Plaza de los Dos Altares.
Los restos humanos se encontraron en posición
decúbito dorsal flexionado, sin ofrenda de acompañamiento y con una posible
datación hacia el año 1200 d.C. y las primeras décadas del siglo XVI.
En ese momento, Santos Ramírez declaró que al
menos “cinco de los entierros corresponden a niños de entre uno y cinco años
aproximadamente”, y que posiblemente pertenecen a los infantes que junto con
mujeres y ancianos caxcanes permanecieron en la región durante la Guerra del
Mixtón.
El arqueólogo también reveló que los trabajos
del INAH se habían concentrado en la Plaza de los Dos Altares, la cual
describió como una terraza de 150 metros de largo por 180 de ancho, en cuya
parte central se ubican dos altares de cinco metros por lado y a su alrededor
hay vestigios de construcciones destinadas a la élite.
Sobre el uso de los altares, Santos Ramírez
señaló que su uso podría estar asociado con los equinoccios, a partir de “un
juego de luces y sombras que de acuerdo a la disposición del par de altares
estaría marcando momentos importantes dentro del año ritual”.
En este sitio también existe una pirámide que
el INAH ha reportado, con dimensiones de 30.4 por 32 metros, con un área
superficial de 975.3 metros cuadrados y una altura de 5.5 metros sobre el nivel
del suelo, cuya construcción tenía una estructura cuadrangular en su cima.
De acuerdo con el reporte del arqueólogo Juan
Ramón Rodríguez Torres, en este sitio arqueológico se han hallado objetos de
molienda, como metates ápodos de variadas dimensiones y manos de metate, así
como cerámica doméstica, alguna de ella con incisiones en su parte interna (tal
vez para la elaboración de pigmentos).
También se han encontrado “cuentas de
cerámica tubular, tablillas de cerámica con diseños, numerosos malacates
y cerámica reutilizada con perforación al centro e incisiones en la orilla, así
como contrapesos y piezas de lítica trabajada, como: puntas de proyectil, navajillas
prismáticas, desfibradores y cuentas de concha, algunas de las cuales conservan
restos de pintura.
Las primeras exploraciones en el sitio fueron
realizadas por el explorador checo Aleš Hrdlička entre 1898 y 1902, a los
que más tarde se sumaron Charles Kelley y Phil Weigand, en 1984, quien realizó
la primera prospección del sitio.