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Hoy es domingo, 24 de noviembre de 2024

Abrirán al público la zona arqueológica de 'Las Ventanas' en Zacatecas

La inauguración está programada para el viernes 2 de agosto y se convertirá en el cuarto sitio arqueológico abierto al público en la entidad

Abrirán al público la zona arqueológica de 'Las Ventanas' en Zacatecas

MÉXICO.

Autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría de Cultura federal (SC) abrirán al público la zona arqueológica de Las Ventanas, ubicada en el municipio de Juchipila, en Zacatecas,

La inauguración está programada para el viernes 2 de agosto y se convertirá en  el cuarto sitio arqueológico abierto al público en la entidad, junto con La Quemada, Altavista y el Cerro del Teúl.

Según las investigaciones,  Las Ventanas fue un espacio sagrado que habitaron los caxcanes, considerado uno de los grupos de habla náhuatl más combativos y complejos que enfrentaron a los conquistadores españoles.

El INAH ha señalado que esta zona comprende alrededor de 150 hectáreas, de las cuales, en 48 se distribuyen las estructuras de mayor tamaño y conforman su zona cívico ceremonial donde se descubrieron entierros de infantes, petroglifos y lítica trabajada.

Los primeros vestigios de la zona datan del siglo I d.C., aunque el florecimiento de este espacio se registra entre los años 1200 y 1531.

Dicho espacio fue considerado un centro cívico ceremonial que se distinguió por tener una casa construida bajo la cima de un acantilado, lo que forma una especie de pirámide monumental enaltecida por 25 monolitos circulares y un juego de pelota.

La estructura se encuentra en un abrigo rocoso en el acantilado a unos 40 metros debajo de la cima que ve hacia el valle, adaptado al contorno del muro de la fachada y del espacio que forma el mismo abrigo.

Dicho muro mide aproximadamente 11.3 metros de largo por 3.6 metros de altura y la fachada de la casa está construida con rocas riolíticas y basálticas, unidas con argamasa de arcillas y pastos, e incluso, algunas de estas rocas conservan franjas de pintura. Aunado a esto, la casa presenta dos ventanas y las improntas de las maderas que alguna vez funcionaron como dinteles.

Los estudios de radiocarbono que hasta el momento han realizado los arqueólogos han determinado que la ocupación de este sitio arqueológico abarca del año I d.C.  a 1531. Según las fuentes, la batalla más conocida de ese periodo es la Guerra del Miztón o del Mixtón sucedida entre 1540 y 1541 donde los caxcanes fueron derrotados por los españoles.

 

 

LOS HALLAZGOS

 

De acuerdo con los reportes del INAH a los que tuvo acceso Excélsior, en 2014 el arqueólogo Antonio Santos Ramírez encontró evidencia de la presencia de caxcanes, tras descubrir al menos siete entierros en un área llamada Plaza de los Dos Altares.

Los restos humanos se encontraron en posición decúbito dorsal flexionado, sin ofrenda de acompañamiento y con una posible datación hacia el año 1200 d.C. y las primeras décadas del siglo XVI.

En ese momento, Santos Ramírez declaró que al menos “cinco de los entierros corresponden a niños de entre uno y cinco años aproximadamente”, y que posiblemente pertenecen a los infantes que junto con mujeres y ancianos caxcanes permanecieron en la región durante la Guerra del Mixtón.

El arqueólogo también reveló que los trabajos del INAH se habían concentrado en la Plaza de los Dos Altares, la cual describió como una terraza de 150 metros de largo por 180 de ancho, en cuya parte central se ubican dos altares de cinco metros por lado y a su alrededor hay vestigios de construcciones destinadas a la élite.

Sobre el uso de los altares, Santos Ramírez señaló que su uso podría estar asociado con los equinoccios, a partir de “un juego de luces y sombras que de acuerdo a la disposición del par de altares estaría marcando momentos importantes dentro del año ritual”.

En este sitio también existe una pirámide que el INAH ha reportado, con dimensiones de 30.4 por 32 metros, con un área superficial de 975.3 metros cuadrados y una altura de 5.5 metros sobre el nivel del suelo, cuya construcción tenía una estructura cuadrangular en su cima.

De acuerdo con el reporte del arqueólogo Juan Ramón Rodríguez Torres, en este sitio arqueológico se han hallado objetos de molienda, como metates ápodos de variadas dimensiones y manos de metate, así como cerámica doméstica, alguna de ella con incisiones en su parte interna (tal vez para la elaboración de pigmentos).

También se han encontrado “cuentas de cerámica tubular, tablillas de cerámica  con diseños, numerosos malacates y cerámica reutilizada con perforación al centro e incisiones en la orilla, así como contrapesos y piezas de lítica trabajada, como: puntas de proyectil, navajillas prismáticas, desfibradores y cuentas de concha, algunas de las cuales conservan restos de pintura.

Las primeras exploraciones en el sitio fueron realizadas por el explorador checo Aleš Hrdlička entre 1898 y 1902, a los que más tarde se sumaron Charles Kelley y Phil Weigand, en 1984, quien realizó la primera prospección del sitio.