Lo derecho es lo decente
Muy
buenos días estimable lector, gracias muchas gracias por continuar prefiriendo
su periódico El Independiente.
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esta columna comentando a Usted; Es el momento de implantar un Estado de
Derecho, que garantice las libertades y la justicia, asegure el logro de los
fines de la Nación y otorgue a los ciudadanos un marco de certidumbre para
propiciar su desarrollo, es el que tiene que aspirar el gobierno Federal para
las presentes y futuras generaciones. Garante de protección Jurídica a mujeres
y hombres, de seguridad a su integridad física, su familia y su patrimonio, que
asegure la tutela de su dignidad y su protección como trabajadores, ciudadanos
y como mexicanos. El pueblo reconoce en el Estado de Derecho, la única vía para
garantizar certidumbre y seguridad en el goce de nuestros derechos, en el
ejercicio de libertades y el cumplimiento de obligaciones. Queremos su vigencia
y actualidad, por ello el gobierno tiene que erradicar toda diferencia entre
norma y realidad, adecuando nuestro sistema legal a las expectativas y
condiciones de nuestro tiempo. Ahora bien, el fortalecimiento del Estado de
Derecho que tendrán que impulsar deberá perseguir tres objetivos fundamentales;
asegurar que la Ley sea norma de convivencia, haciendo efectiva su aplicación y
gestando una cultura de la legalidad; redoblar esfuerzos para incrementar la
confianza de la ciudadanía en las instituciones a cargo de la aplicación de la
Ley, y alentar la conformación de normas y mecanismos para la oportuna y
transparente rendición de cuentas de la gestión pública.
Como
usted amable lector lo sabe; la inseguridad y la violencia presentes en nuestra
realidad actual vulneran y atentan contra el derecho, produciendo iniquidades y
prácticas de corrupción e impunidad que han minado la confianza en la Ley y en
quienes la representan, generando una relación de tensión entre la sociedad y
gobierno. Los Gobiernos Federales Estatales y Municipales, tienen la obligación
de luchar contra estos flagelos que ofenden y lastiman a todos los mexicanos de
una forma u otra, por ello los gobiernos tienen que estar bien comprometidos a
fortalecer el Estado de Derecho y el gobierno de principios, asegurar que nadie
esté por encima de la Ley y se respeten las garantías individuales; y así
representar y tener un gobierno honesto que propicie una eficaz prevención del
delito y recupere la seguridad pública; para que garantice la procuración de
justicia con igualdad; se instaure una administración de justicia honesta,
pronta y alcance de todos, además se lleva a cabo una efectiva readaptación de
los delincuentes en beneficio de la sociedad. El gobierno tendrá que seguir
construyendo una nación justa, en la que existan instrumentos legales adecuados
y la acción pública porque ningún agravio que sufran los mexicanos quede impune.
Un país en el que la Ley se aplique en forma expedita y sin distingo por
autoridades imparciales, honesta y eficientes, donde el Estado de Derecho se
edifique en la legalidad, pero también en la confianza que tenga la sociedad
hacia sus instituciones.
Concluyo;
no hay, ni habrá Estado de Derecho, si
no se erradica la impunidad y la corrupción. Ho habrá seguridad y confianza de
la gente en un gobierno si este no combate con toda su fuerza y con eficacia a
la delincuencia. No tendremos justicia social en tanto a los mexicanos sigan
sufriendo del despojo de sus bienes ganados honradamente con el esfuerzo de su
trabajo.