Con ritmos de tambores, disfraces de colores y danzas de todo tipo, cientos de miles de personas celebraron el tradicional Carnaval de las Culturas en Berlín que es algo más que una mera diversión.

El carnaval que festeja la diversidad de las culturas se lleva a cabo cada año desde 1996 durante el fin de semana de Pentecostés. Este año se registraron para el desfile 74 grupos con aproximadamente cuatro mil 400 participantes.

Junto a agrupaciones de danza y música también hubo una decena de otros grupos que se dedican a cuestiones políticas como el medio ambiente, las mujeres y los refugiados. Los organizadores apuntan a que el carnaval sea especialmente sostenible. Por esa razón, 23 agrupaciones intervinieron este año en el desfile sin vehículos a motor. En cambio, emplearon triciclos de carga, carros de mano y carretillas.

Asimismo, quienes tenían un puesto en el festejo callejero debían poner atención al medio ambiente. Según explicaron los organizadores, se podía usar exclusivamente vajilla reutilizable. También se emplearon platos aprovechables para obtener compost de hojas de palmera.

El Carnaval de las Culturas comenzó el viernes con una celebración callejera. El sábado los niños festejaron su propio carnaval. Bajo el lema: "Los osos polares tienen demasiado calor: rescatemos el hielo", unos cinco mil pequeños disfrazados atravesaron el popular barrio de Kreuzberg, próximo a Alexanderplatz.

Durante la posterior celebración infantil en el parque Görlitzer Park de la ciudad los organizadores contabilizaron unas 30 mil personas. Prácticamente al mismo tiempo del carnaval de niños participantes del carnaval de las subculturas marcharon por Friedrichshain y Kreuzberg, con las consignas “gentrificación (elitización residencial) de mierda” y “nos quedamos todos”, entre otras.