La Paz, Baja California Sur.- Un conocido personaje sudcaliforniano de la tercera edad, el señor Antonio Ruíz, quien se presentó en las instalaciones del congreso local, pidió ayuda a los diputados para atender su precaria situación económica, donde amenazó con realizar una huelga de hambre hasta morir para ser atendido por las autoridades.

El hombre se mantuvo deambulando afuera del recinto legislativo minutos antes de que iniciara la sesión de este jueves 20 de junio, donde ofreció algunas palabras a la diputada Milena Quiroga que poco le atendió. Posteriormente se acercó a medios de comunicación pidiendo el espacio para anunciar unas cuantas palabras urgentes, pero no se le tomó en cuenta.

Debido a ello el hombre de aproximadamente unos 80 años de edad, grito una serie de peticiones al momento de iniciar el trabajo de los congresistas, pues con gritos aseguró que los diputados se encontraban en sus curules gracias a las votaciones del pueblo, pero este último no recibía el mismo apoyo por parte del congreso.

"Se habla mucho de la tercera edad, se han aprobado leyes, pero a los viejos no nos queda de otra que morirnos sin ser ayudados, recibimos abusos [...] tengo tres meses que no pago la luz, tengo dos meses que no como un sagrado alimento bien, fui a buscar apoyo y nadie me lo dio, aquí se legislan leyes para beneficio de las personas de la tercera edad y somos los más humillados", dijo el hombre a Diario El Independiente.

Expresó el deseo de realizar esta huelga de hambre cerca del congreso y el gobierno estatal, donde dijo que permanecerá aunque de ello penda su vida o prenderse fuego con gasolina, "ya no quiero vivir, hasta mis animalitos  se me murieron, no tengo familia y una mujer es quien me atiende pero la realidad es triste y penoso vivir de esta bola de rateros", indicó.

Al ver la situación el presidente de la mesa legislativa, el diputado Homero González Medrano, solicitó el apoyo de los funcionarios donde Elizabeth Rocha y José Luis Perpully Drew se dispusieron a atender las necesidades de dicha persona de la tercera edad. También mencionó que desde hace nueve años desapareció su hijo y nunca supo más de él, pues a pesar de pedir préstamos para buscarlo nunca ha podido encontrarlo, siendo éste su único apoyo en La Paz.

Penoso para las autoridades que un hombre bajo estas condiciones tenga que presentarse de esta forma en el recinto como el resultado de haber sido ignorado. De extrema delgadez, descuidado, triste y entre lágrimas, el hombre se vio desesperado al punto de anunciar un posible suicidio. Se espera que las autoridades estatales y municipales atiendan puntualmente a este sector tan vulnerable, por obligación y por humanidad.