CIUDAD DE MÉXICO. 

Aunque Cristina Rascón Castro renunció hace un par de días a su cargo como coordinadora Nacional de Literatura, en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) aún no confirma si ella fue quien tomó la determinación de abrir las plicas (sobres con datos confidenciales de los concursantes a los premios literarios) en al menos cuatro certámenes literarios, tal como lo confirmó el Instituto, lo cual podría desembocar en su inhabilitación de cualquier cargo público durante un periodo determinado.

Tampoco se ha informado si la directora del INBA, Lucina Jiménez o la subdirectora general Laura Ramírez Rasgado ya solicitaron la investigación correspondiente al Órgano Interno de Control (OIC) sobre este hecho inédito en la historia de los premios literarios de México.

Dicho organismo, de acuerdo con la reglamentación del INBA, se encargaría de recopilar la evidencia documental existente y demostrar la responsabilidad de la exfuncionaria y de sus colaboradores.

Hasta el momento la Coordinación Nacional de Literatura (CNL) permanece acéfala, pero aún mantiene en su lugar a Karla Martínez, subdirectora de Literatura y Autores, identificada como la colaboradora más cercana de Rascón Castro y una de las responsables del contacto con las sedes estatales, incluyendo Campeche, Michoacán, Oaxaca y San Luis Potosí, en donde se violó la secrecía de las plicas.

La noche del miércoles, el INBA informó en un comunicado que los premios en los cuales se identificó la apertura de plicas fueron: el de Cuento Infantil Juan de la Cabada, el de Novela José Rubén Romero, el de Literatura en Lenguas Indígenas y el de Cuento San Luis Potosí Amparo Dávila, tal como lo había informado Excélsior (22/05/2019), con lo cual la institución invalidó “el proceso de registro de obras y recepción de plicas” de los concursos y prometió reponer el procedimiento de principio a fin.

Hacia las 18:00 horas de ayer, el INBA subió las nuevas bases para dichos premios, y en una revisión rápida se detectaron algunos errores e irregularidades.

La más curiosa es la cláusula Décima primera del Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2019, en donde se afirma que “Las plicas se depositarán en una notaría pública con domicilio en la ciudad de Michoacán”. Sin embargo, Michoacán es una entidad federativa.

Pero la más inesperada es la cláusula décima primera del premio de Cuento Infantil Juan de la Cabada, en donde se establece lo siguiente: “La Coordinación Nacional de Literatura realizará una revisión administrativa de los documentos requisitados en la plataforma y entregados por el autor vía digital e impresa, para descartar las participaciones incompletas, y dejará constancia de ello”, con lo cual el INBA y la CNL estarían autorizando nuevamente la apertura de plicas.

A esto se suma un hecho que el INBA y la CNL han omitido en otro concurso, del cual Excélsior ya señaló la misma irregularidad. Se trata de la convocatoria del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas 2019, el cual nunca establece en sus bases que las plicas sea llevadas a una notaría, lo que comprometería, una vez más, la confidencialidad de los participantes.

SUENA VON ZIEGLER

Fuentes cercanas al INBA informaron a Excélsior que uno de los primeros nombres que ya se menciona para sustituir a Cristina Rascón Castro es Jorge von Ziegler, exdirector de Bibliotecas, durante el periodo de Rafael Tovar y de Teresa, así como coordinador de la Agenda Digital de Cultura del Conaculta, director de la revista “Tierra Adentro” y de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas (2001 a 2006).

Por otro lado, este rotativo charló ayer con Rogelio Pineda Rojas, otro de los escritores que postularon su novela inédita al premio José Rubén Romero. Según el registro filtrado, Pineda Rojas participó con el seudónimo de Abundio Jardón y con el inédito “El don del diablo”. Esto fue lo que comentó:

“Me decepciona muchísimo la organización del concurso, porque si algo se garantizaba en las bases del mismo era el anonimato de los participantes mediante un seudónimo, para que ningún nombre ni trayectoria influyera en el resultado, lo cual me hace especular que si se falta a este principio al abrir las plicas es porque se busca beneficiar a alguien en específico o sesgar de alguna manera el resultado”.

Y añadió: “¿Para qué destapar las plicas?, ¿fue por torpeza de los organizadores? ¿quién lo autorizó?, ¿es una práctica nueva o de tiempo atrás? Ojalá haya respuestas, ya que la única afectada aquí es la reputación del INBA. Por fortuna, las historias, las novelas y los libros en sí son mucho más importantes que todo este desatino y no será la primera vez que el arte se sobreponga a los retorcimientos de la burocracia”.