• Aumenta negligencia y torpeza política de Alberto Rentería como dirigente de Morena en BCS, cada día peor • Los morenistas se encuentran totalmente a la deriva, no hay quien dirija la orquesta y pasan por una verdadera discordancia política que no terminará bien para este grupo político • Nada agradable deber ser para militantes y simpatizantes de este partido tener certeza de que su dirigente está públicamente mal con los alcaldes de La Paz, Rubén Muñoz, y de Los Cabos, Armida Castro, algunos legisladores como Carlos VanWormer, el super delegado federal Víctor Castro y el subsecretario Leonel Cota Montaño
Una vez más la implosión que
se registra en el partido Morena sudcaliforniano, quedó evidenciada ahora con
las acusaciones públicas de su propio dirigente Alberto Rentería contra
legisladores morenistas que reciben un bono asistencial que está presupuestado
como tal en el Congreso del Estado.
Queda claro que el dirigente
de Morena Alberto Rentería, está más preocupado por atacar y señalar
públicamente a sus propios militantes en una evidente negligencia política que
refleja lastimosamente el ínfimo nivel político de quien se precia de ser líder
del partido que obtuvo la mayoría de los votos en las pasadas elecciones.
Flaco favor se hace a los
representantes y simpatizantes de Morena en la entidad que al mismo tiempo se
encuentran en un verdadero predicamento para procesar al mismo tiempo y sin
hacer gestos, los garrafales errores del presidente Andrés Manuel López
Obrador.
¿Cuál es la expectativa que
muestra la dirigencia estatal de Morena al confrontarse ahora con legisladores
locales como Carlos Van Wormer como en su momento lo hizo contra la alcaldesa
de Los Cabos, la también morenista Armida Castro?
Hemos dicho y lo reiteramos
una vez más en este espacio, que los morenistas se encuentra totalmente a la
deriva, no hay quien dirija la orquesta y pasan por una verdadera discordancia
política que está claro, no terminará bien para este grupo político que todos
los días muestra más fisuras.
La carencias políticas y
evidentes limitaciones de un presidente partidista como Rentería Santana, cada
día quedan más a la vista por lo que no tardará en que se envíe un delegado
especial a que trate de reparar a la embarcación morenista que amenaza
seriamente con hundirse.
Fracturados, confrontados
internamente prácticamente de manera oficial con expresiones que surgen del mismo
dirigente estatal es lo menos deseable para un organismo político como Morena
que es evidente pasa por una severa indigestión política al acceder a un enorme
pastel político que no encuentra la firma de administrarlo adecuadamente.
Esto se suma a la caída en la
popularidad que ya registra a estas alturas el presidente López Obrador apenas
a cinco meses de un mandato que todos los días demuestra enormes carencias.
Por lo tanto, ¿cuál es
entonces la expectativa política de Morena en Baja California Sur ante un
dirigente que cuando hace declaraciones son precisamente contra sus propios
militantes destacados?
Resulta hasta inaudito que el
resto de los partidos políticos se preocupen y trabajen de manera intensa el
tratar de alcanzar una unidad interna que les permita llegar a los procesos
electorales con propuestas competitivas mientras que en Morena es justamente
esa unidad partidista a la que está destrozando el propio dirigente estatal
Alberto Rentería.
Nada agradable deber ser para
militantes y simpatizantes de este partido tener certeza de que su dirigente
Alberto Rentería, está públicamente mal con los alcaldes de La Paz, Rubén
Muñoz, y de Los Cabos, Armida Castro, algunos legisladores como el referido
Carlos VanWormer, el súper delegado federal Víctor Castro, el subsecretario
Leonel Cota Montaño apenas a seis meses de iniciada a supuesta “cuarta
Transformación”.
Obviamente vale la pena
preguntarse si no será necesario para algunos militantes destacados,
preguntarse ya a estas alturas si es necesario solicitar públicamente que se
“agilice” el proceso de renovación de dirigente ya que es claro que Morena como
partido pasa por uno de sus peores momentos.
Por supuesto que las
diferencias internas en los partidos políticos son naturales y hasta cierto
punto necesarias.
Pero está claro que una
negligencia política mayor es la de hacer púbicas estas diferencias y peor aun
cuando esa difusión la motiva y promueve el propio dirigente estatal.
Quizás algunos consideren
necesario conseguirle un buen asesor a Alberto Rentería que le recuerde que hoy
está peor que ayer y que de seguir así quedará en los registros de la historia
política contemporánea de nuestra entidad como un ejemplo claro de suicidio
político, rápido y efectivo.
Por supuesto a estas
confrontaciones internas hechas públicas desde la dirigencia de Morena, sólo
les falta el ingrediente adicional de saber si en efecto las prerrogativas de
Morena se están aplicando de manera correcta.
Es de esperarse que más de
cuatro ya investiguen en qué y cómo utiliza sus tiempos el polémico Alberto
Rentería, convertido hoy por hoy en el principal detonador de la falta de
unidad de este partido.
Seguramente al interior de ese
partido habrá trapitos que sacar al sol.
Veremos quién se atreve a
colgarlos en el tendedero de la opinión pública