• Propone Ramiro Ruiz al Congreso del Estado evitar conflicto de intereses también en la dictaminación de iniciativas, no solo en el manejo de recursos. • Se pretende evitar que los diputados sean juez y parte por lo que se daría mayor transparencia y por supuesto certeza a la ciudadanía. • El Congreso estatal tendrá que tomar medidas de esta naturaleza. No hacerlo conllevará el riesgo político de que en futuras contiendas la preferencia electoral ciudadana tome rumbos muy diferentes a los registrados en las pasadas elecciones.
El Congreso del Estado se encuentra
sumido en una polémica que en su momento tendrá que dejar en claro sobre la
posibilidad de que exista o no conflicto de interés en el momento de hacer
cualquier tipo de adquisiciones por la simple y sencilla razón de que ahora más
que nunca, los legisladores tendrán que ser muy congruentes entre lo que ofrecieron
en campaña y lo que en la práctica política deben hacer. Por el bien de ellos
mismos y de la población en general.
El presidente de la comisión
de Cuenta y Administración diputado Rigoberto Murillo ha reiterado una y otra
vez que no existe tal situación de conflicto de intereses, sin embargo, aun así
se hará una revisión exhaustiva de los proveedores del Congreso estatal precisamente
para evitar que este tipo de irregularidades se registren.
En ese sentido se ha señalado
al diputado Esteban Ojeda de estar vinculado presuntamente a un familiar que
desde el mes de diciembre ha vendido al Congreso del Estado computadoras, y
aunque esto se ha negado es evidente que aún es necesario trabajar más para que
esta situación quede perfectamente bien aclarada y sobre todo que las incómodas
dudas se disipen.
La aclaración es necesaria para
evitar situaciones como la referente al “extravío” de 337 mil pesos que no aparecen
y que aún hay dudas sobre su verdadero destino.
Por ello es interesante tomar
en cuenta la iniciativa presentada este martes en el pleno del Congreso por el
diputado sin partido Ramiro Ruiz, que busca fundamentalmente modificar el artículo
61 de la ley que regula las actividades del Congreso estatal misma que
establece precisamente que no exista este conflicto de interés no solo en el
manejo de los recursos, va más allá.
El legislador representante del
segundo distrito local electoral propone que incluso este conflicto de
intereses se evite también al momento de que se tenga que discutir un tema en
comisiones o hacer dictámenes en donde los diputados no se vean en el supuesto
de que se califiquen así mismos sus propias iniciativas.
Se busca que incluso las
diversas iniciativas no sean dictaminadas en un momento dado por los mismos legisladores
que las impulsan.
Se pretende evitar que los diputados
sean juez y parte por lo que se daría mayor transparencia y por supuesto certeza
a la ciudadanía.
De ser aprobada la modificación
a este artículo 61 de la Ley Reglamentaria de Poder Legislativo de Baja
California Sur quedaría de la siguiente manera: “Cuando un diputado presente
una iniciativa cuya materia corresponda dictaminar a la comisión que él mismo
presida, ésta deberá ser turnada a otra comisión que guarde relación con el
tema para ser dictaminada; si por analogía no existiera otra comisión que se
relacione con dicho asunto, el presidente de la mesa directiva turnará la misma
a la comisión que a su juicio considere pertinente.
En caso de que un diputado
participe en alguna de las comisiones relacionadas con la administración del Congreso
del Estado y resultase algún asunto donde se genere un conflicto por intereses
personales, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política
deberá solicitar ante el pleno la remoción de dicho diputado dentro de la
comisión, remitiendo a su vez el asunto a la contraloría del propio Congreso.
Si el diputado que se encuentra en este supuesto es quien preside la Junta de
Gobierno, el procedimiento se iniciará por el presidente de la mesa directiva
del periodo o en su caso, el presidente de la diputación permanente. Para la
sustitución del diputado removido en la comisión correspondiente, se llevará el
procedimiento establecido para tales fines”.
En definitiva, el Congreso
estatal tendrá que tomar medidas de esta naturaleza para abonarle de manera concreta
y segura a la confianza que la ciudadanía debiera tener en sus legisladores.
No hacerlo conllevará el
riesgo político de que en futuras contiendas la preferencia electoral ciudadana
tome rumbos muy diferentes a los registrados en las pasadas elecciones.
¿No le parece así amable lector?