· Tanto en la Final que perdió León en 1997, –la última cuyo juego de Vuelta se disputó en su casa– como en la de este Clausura 2019, los Esmeraldas eliminaron en Semis al América.
Ciudad de México.-Hace 21
años, el Nou Camp se quedó con el subcampeonato, el mismo que se repitió este
domingo y que por otro lado confirmó la maldición del Superlíder en los últimos
torneos.
La Final entre Tigres y
Esmeraldas se llenó de coincidencias con aquella del Invierno 97 entre Cruz
Azul y León, cuando el cuadro guanajuatense también se quedó con las ganas de
festejar el título en casa.
Y es que, como sucedió en este
Clausura 2019, en el 97 se enfrentó el primer lugar contra el segundo, con el partido
de Vuelta en León. Desde aquella vez no se daba una Final decisiva en el hogar
de la Fiera.
En esa serie contra la
Máquina, el partido de Ida también fue de derrota para el León por 1-0, como
sucedió el jueves pasado en Monterrey frente a Tigres. Curiosamente, tanto en
el 97 como en este Clausura 2019, el León llegó a la Final tras vencer en Semis
al América.
Pero no solo fueron esas
coincidencias las que se confirmaron en contra del León, pues también se
repitió la maldición del Superlíder. Y es que este fue el cuarto torneo
consecutivo en que el cuadro que sumó más puntos durante la Fase Regular llegó
a la Final para perderla.
Eso sucedió antes con Cruz
Azul en el Apertura 2018, con Toluca en el Clausura 2018 y con el Monterrey en
el Apertura 2017, todos ellos perdiendo sus finales frente a América, Santos y
Tigres, respectivamente.
Ahora las circunstancias para
el León fueron casi inverosímiles, pues tras marcar 41 goles en Fase Regular se
quedó en ceros en la Final, cuando paradójicamente se quedó sin José Juan
Macías, el mejor goleador mexicano del semestre por irse al Mundial Sub-20, así
como sin Ángel Mena, el campeón de goleo que se lesionó a la media hora de
juego este domingo, cuando de cualquier modo destacó la entrega de la Fiera.
“Todo el esfuerzo y el trabajo
quedó demostrado ante un rival importante, lo metimos en su campo casi todo el
partido, nos morimos como debe ser, luchando, con amor propio”, afirmó.
“Hay frustración por no haber
podido ayudar a mis compañeros, siento que podía haber hecho cosas importantes
si seguía, pero ya está, no puedo retroceder el tiempo”.