El papá había perdido la custodia de su hija tras una dura pelea legal, cegado por la ira, el hombre buscaba una manera de vengarse de su exmujer
ESTADOS UNIDOS.
Los arranques de rabia pueden nublar el juicio de las personas, de hecho, muchos de los crímenes más atroces han derivado de un desequilibrio mental donde las emociones juegan un papel importante.
La policía de Nueva York, en Estados Unidos, arrestó a Martin Pereira, un hombre acusado de quemar viva a su propia hija de solo tres años.
La madre de la pequeña aseguró que horas antes había recibido una llamada de su expareja donde le amenazaba con nunca volver a ver a su hija.
Horas después la policía recibió una llamada de alerta sobre un coche en llamas, al llegar al lugar rescataron el cuerpo calcinado de la pequeña.
Rescatar el cadáver de la pequeña fue complicado pues las puertas del coche estaban trabadas con una cadena.
Cuando los policías encontraron al padre tenía quemaduras por todo el cuerpo.
Medios locales aseguraron que la pareja atravesaba por un complicado momento y luchaban por la custodia de la niña.
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Tras una dura batalla legal, fue la madre quien quedó con la custodia de la menor, como venganza, el hombre decidió tomar cartas en el asunto.
Luego de los hechos, la mamá describió a su hija como perfecta amorosa, sonriente y cariñosa...