• Cortés en ilustración de Miguel Covarrubias incluida en el libro 'Historia de la Conquista de México.
Ciudad de México.-Ante lo
ocurrido en la Conquista hace cinco siglos, no debemos opinar cosas extremas o
límites, porque a la historia hay que entenderla, no juzgarla, sostiene la
investigadora Ana Luisa Izquierdo, quien presentó la ponencia Las armas
jurídicas de Hernán Cortés en la jornada inaugural del coloquio 500 años del
desembarco de Hernán Cortés 1519-2019.
Organizado por el Instituto de
Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) y la dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), el encuentro reunirá esta semana a más de 40
especialistas.
A 500 años de esa expedición a
Veracruz ‘‘somos producto de una cultura occidental, ya ni modo. Sería feliz si
habláramos lenguas indígenas, me dedico a estudiar a los mayas, pero lo que
sucedió ya es historia; hay que entenderla y, sobre todo, conocerla”, reitera
Izquierdo en entrevista con La Jornada. Por eso, añade, ‘‘¿quién tendría que
pedir perdón y a quién? Isabel la Católica perteneció a una dinastía, Carlos V
inauguró otra y ahora gobiernan los Borbones, ni siquiera es la misma línea
familiar. Los que hicieron la Conquista fueron los castellanos, y ahora el
Estado español no es Castilla, es una serie de entidades. Es importante
saberlo.
‘‘La Conquista fue legal
conforme al derecho castellano de los españoles, sometían a los indígenas, pero
para éstos era una tregua ser sometidos. A Cortés hay que verlo hoy como un
hombre de su tiempo: es la época de Maquiavelo, del Renacimiento. Cortés fue un
seductor que sedujo al mismo tiempo al poder y a las bases sociales, pues
fueron las huestes que lo nombraron capitán para conquistar y poblar las nuevas
tierras, cuando no lo nombró Diego de Velázquez.”
Las investigaciones recientes
más que reivindicar la imagen de Cortés, la explican, insiste Izquierdo, porque
los indígenas ‘‘deben ver a Cortés como alguien que los sometió y los hizo
vasallos de la Corona. Sin embargo, en la historia mundial hay muchos casos de
las llamadas ‘guerras justas’, que tienen que ver con lo religioso y el tratar
de imponer la cultura occidental a otros”. En su ponencia, explicó que hubo
muchos resquicios legales que dieron a Cortés la posibilidad de actuar como lo
hizo.
El principal motivo de la
misión del conquistador, continúa, fue ‘‘ampliar la fe católica, ir a socorrer
a la armada de Juan de Grijalva, rescatar a los náufragos, apaciguar a los que
derrotaron a Grijalva en la bahía de la Mala Pelea, buscar los secretos de la
costa, investigar específicamente su religión y rescatar valores (oro, piedras
preciosas, perlas), por lo que no se entendía ninguna otra misión como la que
hizo: fundar, poblar y conquistar.
‘‘Por ello las instrucciones
que recibió fueron documentos mixtos desde el punto de vista jurídico:
delegación de poder de derecho público, por un lado, es decir, nombramiento, y por
el otro, un documento de derecho privado, en la forma de un contrato
mercantil.”
Explorador y estadista con una
visión de futuro
La conferencia inaugural del
coloquio estuvo a cargo de la filóloga Ascensión Hernández Triviño, con el tema
La figura de Hernán Cortés y la geopolítica del Renacimiento.
En ella explicó que el
conquistador fue un explorador, incluso un estadista con una visión de futuro.
Narró que Cortés expresó a
Carlos V la idea de igualar su poder al del imperio germano-románico con el que
le podían generar las tierras nuevas, tal como lo escribió en su segunda carta
de relación: ‘‘Porque he deseado que vuestra alteza supiese las cosas desta
tierra que son tantas y tales que como ya en la otra relación escribí, se puede
intitular de nuevo emperador de ella y con título y no menos mérito que el de
Alemaña, que por la gracia de Dios, Vuestra Sacra Majestad posee”. Para un
lector del Renacimiento, consideró Hernández, ‘‘la idea podría parecer
atrevida: comparar su civilización con una nueva, lejana y desconocida, pero
para un estadista, que sabe que la historia es cambiante e imprevista, la
afirmación de Cortés estaba llena de contenido futurista.
‘‘Es impresionante la visión
que tuvo de ampliar el mundo des-de México. Si se ve a través de la
microhistoria, la Conquista fue terrible, pero a través de la macrohistoria
tenemos que todos venimos de conquistas. Al final, se trató de un encontronazo
fuerte, una fusión de culturas y personas, así como ha sido siempre la historia
del hombre.”