• La jornada se realizó como parte de las actividades de la edición 11 del encuentro “Subterráneo Escénico”
CIUDAD DE MÉXICO.-Usuarios del
Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro) resultaron sorprendidos este lunes
por 15 bailarines que ofrecieron funciones de flamenco y danza contemporánea en
la estación Ermita de la Línea 12.
La jornada se realizó como
parte de las actividades de la edición 11 del encuentro “Subterráneo Escénico”
que este año se suma a las actividades de México, Ciudad que Baila. Festival
del Cuerpo en Movimiento.
Las compañías que fueron parte
de ese evento, de acuerdo con un comunicado, son Los Excéntricos, Colectivo Al
Aire Flamenco y Caída Libre. Danza Contemporánea que con el sonido de los
trenes de fondo entusiasmaron al público de todas edades, quienes suspendieron
su trayecto para ver a los bailarines.
No me esperaba que la gente se
juntara y permaneciera, pero nos acompañó con las palmas mientras bailábamos”,
compartió en entrevista Iliana Ramírez, integrante de Colectivo Al Aire
Flamenco.
La agrupación, que interpretó
las piezas “Erytheia”, “Sentimental” y “Agua y fuego”, sedujo a los
espectadores con sevillanas y tangos que levantaron su ánimo gracias a la
precisión de las cuatro artistas, quienes se sincronizaban al ritmo de los
taconazos flamencos.
En un teatro las luces no te
permiten ver la cara del público y de repente tenerlos a todos alrededor te
pone nervioso, pero tienes que involucrarte con ellos.
Había una niñita que estaba
repitiendo los pasos que yo hacía y eso es muy padre, porque contagias a la
gente”, reflexionó Elena Hernández, de Caída Libre. Danza Contemporánea.
Respecto al recibimiento de la
danza contemporánea, la bailarina dijo que su encuentro con el público debe ser
con piezas amigables como la presentada: “Kandinsky punto y línea sobre un
plano en invierno”, de Óscar Velázquez, de lo contrario, “la gente no le
entiende y piensa que la danza contemporánea no es buena porque le es difícil entenderla”,
comentó Hernández.
Los espectadores observaron
las líneas y curvas que los tres bailarines dibujaron con su cuerpo al compás
de la lectura que hicieron sobre pequeños fragmentos de la obra del pintor
ruso.
Es una pieza muy dinámica
porque nosotros debíamos escuchar al público y trazar con nuestro cuerpo lo que
ellos decían”, agregó la bailarina.