Dicha reunión pública informativa no influirá en la decisión de la Semarnat para aprobar o rechazar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, hubo todo tipo de expresiones a favor y en contra. Acarreo y dádivas, además de contratar seguridad privada “Grupo Mapiga” y desplegó una elaborada estrategia de control para prensa, activistas y ciudadanos. Integrantes de la Semarnat indicaron a Diario El Independiente que esta reunión habría sido costeada por el Alcalde de La Paz, con el objetivo de que tuviera esta reunión un foro más grande y por tanto más amplio para la ciudadanía.
La Paz, Baja California Sur.- Avanzado ya el calor de la mañana en La Paz, Baja California Sur (BCS), se abrieron las puertas del salón “Club Casino Bellavista” en la colonia Bellavista. Ya esperaban activistas, reporteros y ciudadanos, todos interesados en la reunión informativa del pretendido proyecto minero “La Pitalla-San Antonio”.
Inmediatamente aparecieron colgados en dicho local de fiestas algunos pendones y mantas que rezaban “La Paz B.C.S., por el agua y la vida. No a la minería tóxica”, como bienvenida para todos los asistentes a la invitación.
Ingresaron de manera normal un centenar de personas, hasta que se hicieron presentes alrededor de 15 elementos de seguridad privada del “Grupo Mapiga” que fueron parte de la estrategia de la empresa “Compañía Minera Pitalla”, con la orden de cubrir todas las entradas y revisar el contenido de las mochilas y bolsas de cualquiera que pretendiera entrar.
Un hombre y una mujer, con uniformes de seguridad privada, se colocaron en la entrada principal equipados con latas de gas pimienta, esposas y detectores de metales, “para la seguridad de todos”, dijeron al ser cuestionados.
La reunión pública informativa sobre el proyecto minero "La Pitalla- San Antonio" comenzó 45 minutos tarde, por parte de la autoridad correspondiente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cuyo vocero en el micrófono pidió a la policía privada dejar dicho espacio a policías de verdad, que enviaría el XVI Ayuntamiento para el control de acceso. Hicieron caso omiso.
Apenas habían llegado unas 200 personas, algunos cooperaron, otros no. Entre estos últimos algunos reporteros que confrontaron a los guardias con transmisiones en vivo a través de redes sociales, o activistas que no permitieron la violación a sus derechos individuales como “no ser molestado”. Supuestamente era una convocatoria abierta y pública a cualquier interesado.
También tenían intercomunicadores y una decena de personas vestidas de civil, con la finalidad de establecer la logística e identificar potenciales riesgos para su estrategia, ya duramente marcada. Tomaban fotos a los reporteros y asistentes.
Entre los presentes comenzó a circular información fresca: Ya tarde, pero en camino, se encontraban 17 autobuses con pasajeros de todas las edades “a favor de la mina”, donde sobresalían mujeres, jóvenes, niños y adultos mayores. Provenían de las comunidades de San Antonio, El Triunfo y San Juan de los Planes, así como colonias marginadas de la periferia.
Llegaron en caravana con pancartas grandes, lonas impresas y bien elaboradas que señalaban “Sí al Proyecto Minero San Antonio”, “Los Planes dice SÍ a La Pitalla”, “Medio Ambiente y minería SÍ es posible”, “Presidente, fuera intereses políticos, Unidos X San Antonio”, encabezados por un animador muy alegre que gritaba: “La Pitalla ya está madura, ya casi se va a caer… Baila, baila, baila, empuja, arriba, arriba, arriba ¡Sí a la Pitalla! (sic)”.
Los manifestantes también bailaban al ritmo que marcaba una camioneta pick up cargando un par de altoparlantes, de donde salía la voz del animador y una música alegre.
Permanecieron alrededor de 500 personas en el exterior, esperando la “orden” para ingresar. Muchos de ellos portaban chalecos naranja con reflector, algunos llevaban su sombrero, pues eran rancheros, otros llevaban su playera blanca con letras verdes “Sí a la mina”.
Fueron entrando poco a poco hasta que se llenó el recinto preparado para la reunión, mientras “Compañía Minera Pitalla” tomaba la palabra. Los policías privados, quienes seguían en su diligencia extrajudicial, no los registraron, solo les indicaban el lugar donde debían sentarse.
Aburridos los niños, sentados en la sala junto a sus mamás, abuelitos y hermanos, comenzaron a correr por el recinto y a jugar entre ellos. Algunas señoras los ignoraban y los dejaban salir a jugar, con tal de ver su celular, mientras se proyectaban dos videos de la empresa Argonaut Gold. Sin mayor detalle anunciaban que su prioridad es “la seguridad” y el desarrollo de la población.
Muy pocos ponían atención a las palabras de Rafael Andrés Curra Lava, representante legal de la Compañía Minera Pitalla SA de CV, o a los ponentes que defendieron el proyecto minero, los ingenieros Alberto Jesús Orozco Garza y Ramón Castrejón Lemus.
Quienes más los atendieron fueron los integrantes del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida (Freciudav), que gritaron “No pasarán”, “Mentirosos”, “No queremos arsénico”, entre otras consignas durante sus participaciones y proyecciones.
Mostraron también pancartas y cartulinas elaboradas en el lugar, con consignas contra el proyecto de minería de oro a cielo abierto.
Enlistó la compañía los antecedentes inclusive de los misioneros jesuitas, quienes iniciaron la exploración y explotación del distrito minero San Antonio-El Triunfo con operaciones artesanales en 1748, hasta el hechos de 2011, cuando presuntamente Argonaut Gold adquirió las tierras sudcalifornianas que pretende explotar.
Como si fueran grandes distancias, en un tono lejano, señaló que el proyecto se localiza en el kilómetro 14 de la carretera estatal Los Planes-San Antonio en el municipio de La Paz. A 43 kilómetros en línea recta de la ciudad de La Paz, a 6 kilómetros al noreste del poblado de San Antonio y a 12 kilómetros al suroeste de San Juan de los Planes.
En una gráfica destacaron que su proyecto, no abarca territorialmente ninguna de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) decretadas por el Gobierno de México.
Informaron que son 613.141 hectáreas en total, de las cuales 577.415 hectáreas son vegetación forestal “Matorral” sarcocrasicaule y dijeron que 211.21 hectáreas están destinadas como “área de reserva para uso futuro”.
El proyecto contempla operar 20 años: 3 años para preparación del sitio y construcción, señalización, rescate de especies de flora y fauna, desmontes, empalme y obra civil; 15 años de operación y mantenimiento, descapote, minado, acondicionamiento de mineral, lixiviación y manejo de soluciones, adsorción en carbón y servicios; finalmente, 2 años para cierre, restauración y clausura.
“¿Y el arsénico?”, lanzó una de las activistas.
Entre sus conclusiones, Argonaut Gold señaló que este espacio es un predio ya impactado, con términos rebuscados señaló que es la zona más impactada de BCS y por tanto más propicia para continuar con estos trabajos. Ofrecieron diversos programas de reforestación y monitoreo ambiental de vegetación, fauna, suelo, agua y paisaje.
“No pasarán”, gritaban mientras describía el responsable legal.
Señalaron además los efectos positivos directamente relacionados con los ingresos y beneficios para los trabajadores, a pesar de ser una reunión técnica para tratar el impacto ambiental. Los expositores fueron repelados al querer hablar de las becas que ofrecen a los habitantes del lugar, lo que causó el aplauso de varios asistentes.
Diversas ponencias continuaron en la misma tónica, durante varias horas. La desesperación comenzó a invadir a los asistentes foráneos, que comenzaron a salir del lugar y a pesar de apoyar a la minera, se veían bastante cansados y hambrientos. Ya llevaban alrededor de 2 horas oyendo palabras que no escuchaban.
Pronto llegaron los “burritos” en paquetes de tres y jugos de la marca “Member’s Choice”, traídos por tres jóvenes que negaron ser parte del proyecto minero, mientras uno de ellos dijo “yo solo soy un estudiante de Geología, para mí, es un posible trabajo, pero solo vine a ver”, dijo el muchacho que cuidaba el alimento.
La promesa del apoyo de 250 pesos era para quien lograra resistir toda la conferencia hasta el final, lo cual se tornó obligatorio para quienes llegaron desde pueblos a varios kilómetros de distancia.
Tras 6 horas de espera y un calor bastante pesado, el momento más esperado para los ciudadanos pro-mineros llegó, quienes desocuparon el inmueble dejándolo vacío y se dirigieron algunos a casas aledañas para recibir más alimento y algunos “souvenirs”, porque eran bastante solicitadas las playeras, pulseras, gorras y demás recuerdos con la leyenda “Sí a la Mina”.
Posteriormente abordaron los autobuses de regreso a casa, con comida, vestimenta y unos pesos ya resueltos para la semana, porque todavía falta para la quincena.
A pesar de que dicha reunión pública informativa no influirá en la decisión de la Semarnat para aprobar o rechazar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, hubo todo tipo de expresiones a favor y en contra, en donde simular el apoyo ciudadano resultó para la empresa más sencillo, que dar a conocer sus intenciones al grueso de la población sudcaliforniana.
Cabe destacar que Integrantes de la Semarnat indicaron a Diario El Independiente que esta reunión habría sido costeada por el Alcalde de La Paz Ruben Muñoz Alvarez, con el objetivo de que tuviera esta reunión un foro más grande y por tanto más amplio para la ciudadanía.