Con una reducción del 88 por ciento en los delitos de alto impacto registrados en la entidad en el primer trimestre de este año con relación a los años 2017 y 2018, se demuestra que sí es posible enfrentar exitosamente a la delincuencia.

Se requiere por supuesto la coordinación de las fuerzas municipales., estatales y federales para que de manera efectiva se pueda contrarrestar este fenómeno que por fortuna va a la baja en la entidad.

Al respecto, el secretario General de Gobierno, Álvaro De la Peña Angulo, señaló que de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), la media península destaca en la reducción de índices en este renglón, principalmente en el delito de homicidio.

El funcionario indicó que esto se refleja también en evaluaciones como la realizada por la organización no gubernamental Semáforo Delictivo, donde coloca a la entidad en semáforo verde, así como la recién publicada Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la cual indica la disminución de la percepción de inseguridad por parte de los ciudadanos en La Paz y Los Cabos.

Por supuesto que es fundamental la participación de la ciudadanía en general para que las acciones que van encaminadas a frenar el fenómeno delictivo tengan éxito.

La estrategia se debe mantener porque la delincuencia existe como un elemento potencial que no puede quedar desatendido aunque los números sean favorables. Ese es justamente el gran reto.

Desgraciadamente a nivel nacional esas mismas instancias señalan que las cifras en ese sentido son muy preocupantes.

Este tercer trimestre que acaba de concluir ha sido el más violento en los últimos años.

Así que el compromiso para el gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá que centrarse más en acciones concretas que en meros discursos para cargar culpas al pasado.

Serán necesarias acciones efectivas más allá de coléricas expresiones en las redes sociales que últimamente se han concentrado más en atacar y tratar de desacreditar a quienes se atreven a mencionar estos preocupantes datos que reflejan que las expectativas generadas por el nuevo gobierno federal simplemente no están funcionando.

El jefe del ejecutivo federal se ha puesto el plazo de acabar con la inseguridad nacional para el mes de octubre de este año, es decir dentro de los próximos seis meses.

Francamente dudamos que en ese plazo se logre la meta.

Ojalá que por lo menos haya reducciones importantes en los niveles de delincuencia y que los índices de inseguridad a nivel país puedan reducirse para generar a la población nacional la tranquilidad que tanto anhela.

De lo contrario la esperanza que se generó durante la campaña electoral y que en gran medida propició el voto mayoritario al entonces candidato de Morena puede propiciar decepción y despertar la ya de por sí arraigada desconfianza ciudadana.

Justamente esos niveles de desconfianza ciudadana en sus autoridades federales que cada día puede crecer ante el evidente desconcierto que se observa en la autoridad federal son los que las nuevas autoridades tendrán que evitar con acciones concretas de éxito antes de que llegue el proceso electoral del 2021.

Por lo pronto en lo que va del presente año aquí en nuestra entidad los números son favorables en cuanto al ataque a la delincuencia y la percepción ciudadana sobre la inseguridad.

Esperemos sinceramente que a nivel federal antes de que concluya el 2019 se pueda decir lo mismo, de lo contrario, el gobierno de López Obrador tendrá más complicado el camino para generar confianza ciudadana y sus representantes en cada entidad y municipio tendrán más dificultades para reconvencer a una población que apenas a cuatro meses de iniciada la administración federal, está a punto de llegar a la decepción que puede llevar al desencanto electoral.

¿No le parece así amable lector?