San José del Cabo, Baja California Sur. -  En algunas colonias de la cabecera municipal donde vecinos sufren por días el desabasto de agua potable, impera la necesidad de que el suministro se proporcione por “pipas” lo que conlleva a un gasto para el pago de las mismas.

A decir del señor Ángel, habitante del fraccionamiento Puerto Nuevo, el envío del recurso hídrico a través del sistema de red no se realiza de manera continua en este sector de la ciudad, y ante la necesidad de abastecerse del vital líquido es que no tiene otra alternativa que comprarlo a chóferes de los camiones cisterna.

Indicó, que el costo por cada 500 litros de agua que se les vende es de 100, pesos, y en promedio las familias requieren de mil 500 a 2 mil litros de agua para cubrir las necesidades durante los días en que el vital líquido no llega a los hogares.

 “Nos genera un costo por familia de cuatrocientos a quinientos pesos, aproximadamente, viene la pipa y te llena tinacos y cubetas, por supuesto que lastima nuestra economía, pero, por ser una necesidad no tenemos otra opción. Esperamos que esto se mejore pues está golpeando nuestra economía. Las autoridades están haciendo un esfuerzo por regular el servicio de agua, pero es insuficiente” comentó.

En el mismo sentido, Estela De La Cruz, vecina de la colonia La Ballena, mencionó, que las principales situaciones que enfrentan ante el rezago de agua potable es realizar las tareas domésticas.

“Es una lata que el agua se esté yendo seguido. Pasa la pipa y pues tenemos que comprarle, el agua que llenas en botes o tambos tienes que usarla para lo principal; lavar trastes, ropa y bañarte. A la semana gastamos alrededor de cuatrocientos pesos comprando agua”.

Por su parte, Antonia, compartió, que el agua que compran a las pipas por algunos motivos es reutilizada. “Muchas veces no hay para comprar agua, la poquita que tienes pues la rehúsas ya sea para regar las plantas o ver que uso encuentras. Se viene el tiempo de calor y es cuando más se sufre por agua” dijo.

Lidiar con el desabasto de agua potable es una realidad que viven estas familias y que a menudo deben ingeniárselas para tener el vital elemento en sus hogares y poder llevar una vida “normal”. Aunque han aprendido a capotear con la falta de agua potable, saben perfectamente que las altas temperaturas del verano que se aproxima son un suplicio, y quizá la época del año en la que más se agrava la carencia del recurso hídrico y con ello tener que cubrir necesidades domésticas.