• Francisco acusa a Europa y EU de alimentar conflictos y provocar víctimas en países en conflicto, como Yemen, Siria o Afganistán
CIUDAD DEL VATICANO.-El papa
Francisco lamentó hoy que las "ricas" Europa y Estados Unidos vendan
armas para que otros países se hagan la guerra, al comentar en un encuentro con
los jóvenes en el Vaticano que estos problemas son obra del hombre y no de
Dios.
El pontífice argentino recibió
hoy a docentes y estudiantes del Instituto San Carlo de Milán (norte) y,
preguntado por un joven sobre las injusticias, respondió que Dios no crea las
diferencias, sino que es el hombre quien genera situaciones de desigualdad.
Somos artífices de las
diferencias, del dolor y de la pobreza ¿Por qué hoy en el mundo hay tantos
niños con hambre? ¿Crea Dios esa diferencia? No, es este sistema económico
injusto donde cada día hay menos ricos con más dinero y más pobres sin
nada", sostuvo.
Después se dirigió al público
presente en el Aula Pablo VI para hablar sobre los países en conflicto como Yemen,
Siria o Afganistán.
¿Por qué hay tantas guerras?
Si no tuvieran armas, no harían la guerra ¿Por qué hacen la guerra? Porque
nosotros, la rica Europa y América venden armas para matar a los niños, a la
gente, somos nosotros quienes hacemos las diferencias", denunció.
Francisco animó a los jóvenes
a evitar respuestas preconcebidas y a afrontar estos temas directamente:
Estas cosas debéis decirlas
claramente, a la cara y sin miedo. Si no sois capaces de hacer estas preguntas,
no sois jóvenes, os falta algo en el corazón", dijo.
Somos nosotros quienes creamos
diferencias. Ya sea con sistemas económicos injustos o con armas, para que el
resto se mate. Sobre la consciencia de un pueblo que fabrica y vende armas está
la muerte de cada niño y persona y la destrucción de las familias",
expresó.
El Papa puso como ejemplo a un
joven ingeniero que conoció en el pasado Sínodo de los Obispos y que se negó a
trabajar en una "gran empresa" que fabricaba armas:
Esos son los jóvenes valientes
de los que necesitamos", apuntó.
Pero las injusticias no se
centran solo en las guerras del mundo sino también en la cotidianeidad de las
escuelas, como el acoso escolar:
¿Es cosa de Dios? No, sois
vosotros. Con cada gesto de acoso se hace una declaración de guerra", explicó
a los muchachos.
Francisco también abordó el
asunto de la inmigración y agradeció a Dios por "la riqueza" de una
sociedad multiétnica y que estipule un diálogo entre culturas, personas y
etnias.
Y es que, a su parecer, una
sociedad que no integre a diferentes culturas es como el "agua
destilada", es decir, "sin fuerza".
Por ello pidió "no tener
miedo al inmigrante" y rechazó los lemas que les culpan de la
criminalidad:
¿Que son delincuentes? La
mafia no fue inventada por nigerianos, es un valor entre comillas nacional, la
mafia es nuestra, 'Made in Italia'", criticó.
Estad atentos. Hay la
tentación de crear una cultura de muros, en el corazón y en la tierra, para
impedir el encuentro con otras culturas. Quien construye muros, acabará esclavo
dentro de los que construya, sin horizontes", vaticinó.
En su alegato a favor de la
acogida de inmigrantes, el pontífice subrayó que en cualquier caso los
gobernantes deben estudiar cuántas personas puede acoger el sistema de un
determinado país.