• Hoy se cumplen 130 años del nacimiento del británico Charles Chaplin; Recibió tres premios Oscar: dos honoríficos y el otro, por una banda sonora
CIUDAD DE MÉXICO.-Reconocido
como el mimo más popular del cine mudo y uno de los artistas más geniales del
Séptimo Arte, ámbito en el que destacó también como productor, guionista,
director y hasta compositor de bandas sonoras, este 16 de abril se cumplen 130
años del nacimiento del británico Charles Chaplin.
A cargo de más de 100
películas de metrajes diversos, entre las que destacan "El gran
dictador", "Luces de la ciudad", "Tiempos modernos" y
"La quimera del oro", con 43 años de diferencia recibió dos premios
Oscar honoríficos: en 1928, por el genio mostrado al realizar “El circo” y en
1972, por su contribución al Séptimo Arte.
Charles Spencer Chaplin nació
en 1889 en Walworth, uno de los barrios más pobres de Londres, en el seno de
una familia de artistas de variedades, por lo que desde niño actuó en musicales
y pantomimas, sin imaginar que alcanzaría la fama con sus filmes mudos y
pasaría a formar parte de la historia del cine.
En 1910, viajó a Estados
Unidos en una gira con la compañía para la que trabajaba y dos años después se
estableció en ese país de manera definitiva.
Apareció por primera vez en la
pantalla grande en 1913, en cintas de los Estudios Keystone fundados por Mack
Sennett, considerado entonces como “el rey de la comedia”; pero fue en la
película "Carreras de autos para niños" o "Carreras
sofocantes", de 1914, cuando interpretó por primera vez el papel del
vagabundo "Charlot”.
Habían construido un decorado
para la película ‘Aventuras extraordinarias de Mabel’, dirigida y actuada por
Mabel Normand, y me dijeron apresuradamente que me pusiera algo gracioso”,
recordaría después Chaplin sobre el origen de “Charlot”.
Fui al armario y tomé un par
de pantalones flojos, un abrigo ajustado, un pequeño sombrero bombín y un par
de grandes zapatos. Quería que la ropa fuera una mezcla de contradicciones,
sabiendo que la figura destacaría vivamente en la pantalla. Para añadir un
toque cómico, me puse un pequeño mostacho que no ocultaría mi expresión”,
relató.
Este personaje trascendió en
la historia mundial del cine, al protagonizar más de 70 producciones. La
creación del pequeño vagabundo, convertido en un símbolo universal de la
individualidad indestructible, triunfante contra la adversidad y la persecución
tanto humana como mecánica, dio a Chaplin fama mundial como comediante y actor dramático.
El artista perfeccionó un
estilo personal de interpretación, derivado del payaso de circo y del mimo,
combinando la elegancia acrobática, la expresividad del gesto y la elocuencia
facial, con un sentido del ritmo impecable.
Dado su éxito, el 2 de enero
de 1915 se asoció con Essanay, empresa ubicada en Chicago; el 26 de febrero del
siguiente año firmó un contrato con la Mutual Company, que le pagaría 10 veces
más que la anterior, y más adelante con la First National, que le pagó un
millón 200 mil dólares por ocho películas, entre las que sobresalió “The kid”
(El chico, de 1921).
Pero harto de que otros se
implicaran en su arte, decidió tener su propio estudio en Hollywood. Junto a
los reconocidos artistas Mary Pickford y Douglas Fairbanks, así como el
director David W. Griffith, Chaplin fundó en 1919 la productora y distribuidora
cinematográfica United Artists Corporation.
Sin embargo, aún estaba bajo
contrato con First National, por lo cual pudo presentar su primera película en
la United Artists hasta 1923.
Durante esos años de
cortometrajes desarrolló de forma paulatina su peculiar personaje. Nunca separó
el estereotipo del payaso travieso de la figura humana y compasiva que llega a
impactar en los espectadores de todo el mundo.
Sus películas más renombradas,
como “Luces de la ciudad” y “Tiempos modernos”, marcaron récords sucesivos de
taquilla pese a la llegada del cine sonoro, a finales de la década de los años
20 del siglo pasado; eso no perjudicó la efectividad de su pantomima, de la que
dependía en gran parte su creación.
Al mismo tiempo comenzó a
manifestar su preocupación por los problemas sociales de su época, por lo cual
abandonó el papel del vagabundo para hacer personajes específicos, transición
que inició con “El gran dictador” (1940), en la que ya usó plenamente los
recursos del cine sonoro y que le valió una nominación al Oscar como Mejor
Actor.
A estos filmes le siguieron
otras producciones de gran importancia como "Monsieur Verdoux", de
1947 y en la que apareció por última vez su personaje de "Charlot";
"Candilejas", proyectada un lustro después y que recibe un Oscar a la
Mejor Banda Sonora, así como "Un rey en Nueva York", que llegó a las
salas de cine en 1957.
Aparte dirigió, sin
protagonizar, las cintas "Una mujer de París" (1923) y "La
condesa de Hong Kong" (1966), filme en el que hizo un pequeño papel.
Asimismo, compuso la música de la mayoría de sus trabajos cinematográficos.
Sin tener conocimientos de
música, tocaba de oído el piano y el violín, pero en realidad él silbaba sus
temas a los arreglistas, que trasladaban esas melodías al papel, entre las que
sobresale el tema “Eternaly”, de “Candilejas”.
A Chaplin también le gustaba
escribir y de esta actividad surgieron dos libros: “Mi autobiografía”, que
editó en 1964, y “Mi vida en el cine”, publicada en 1975.
Pero no todo fue gloria para
el realizador, ya que a finales de la década de los años 40 y principios de los
50 sufrió la persecución del “McCarthismo” o "caza de brujas" por su
pensamiento político de izquierda, lo cual lo obligó a abandonar Estados Unidos
en 1952 y establecerse en Suiza.
En 1954 recibió el Premio
Internacional de la Paz, otorgado por el Consejo Mundial, y en 1971 fue
nombrado comandante de la Legión de Honor francesa.
Un año después hizo un breve viaje
a la Unión Americana para recibir varios reconocimientos, entre ellos el Oscar
Honorífico por su contribución a la cinematografía.
La salud del actor comenzó a
resultar afectada; aunque sufrió asma desde niño, a mediados de la década de
1960 comenzó con problemas más serios hasta que fue diagnosticado con demencia
senil, una enfermedad degenerativa que le causó diversas complicaciones
visuales, motoras y de comunicación.
Chaplin, quien en 1975 recibió
el nombramiento de “sir” (caballero) de manos de la reina Isabel II, en alguna
ocasión expresó: “Yo no soy un político; creo en la libertad. Esa es toda mi
política”. Murió el 24 de diciembre de 1977, en Corsier-Sur-Vevey, Suiza.