La Paz, Baja California Sur.- Poco a poco, La Paz comienza a despuntar a nivel nacional como un destino turístico con una oferta diferente que da ejemplo en materia de sustentabilidad. 

El turismo de viajeros o “traveler” es una oferta que converge con la idea de ofrecer los atractivos turísticos sin extraer nada de la naturaleza, industria que se ha fortalecido en La Paz en los últimos años según prestadores de servicios y empresarios. 

Manuel González Meléndez, biólogo y prestador de servicios turísticos, explica a Diario El Independiente que el tipo de turismo que recibe La Paz beneficia a la sociedad sin agredir o causar un impacto significativo al medio ambiente. 

El biólogo comparte que la dinámica turística de La Paz contrasta con la oferta que hay en el municipio de Los Cabos, sector que generalmente recibe otro tipo de visitantes. 

“En Cabo san Lucas tienes al spring breaker, al turismo que viene a usar a Baja California Sur como el hotel; viene a comer a cadenas y franquicias transnacionales y viene a consumir productos que ni son mexicanos”, señala Manuel González. 

“Esa derrama económica es un círculo vicioso, no deja nada bueno a la sociedad. Todo el mundo entiende los problemas sociales de Cabo San Lucas, una ciudad que empieza a crecer descontroladamente”, comentó a este matutino. 

En el caso de La Paz, el turista suele buscar hoteles pequeños que no son cadenas transnacionales, así como espacios de Air BNB. Usualmente consumen en fondas y restaurantes locales. 

La contratación servicios de empresas locales es uno de los puntos importantes en el tipo de turismo en el que se ha especializado La Paz en Los últimos años. Esto ha permitido, según el biólogo, que la calidad de vida en la capital se mantenga. 

“En Cabo entra más dinero, pero en La Paz encontramos una derrama económica más justa donde no se pierden los índices de calidad de vida. La Paz todavía tiene eso: la gente vive muy a gusto, no como en Cabo. Es eso lo que diferencia, que aquí recibimos otro tipo de turista del que se beneficia más la sociedad”, explicó. 

Este turismo sustentable se caracteriza por no extraer de la naturaleza para generar una derrama económica. 

Para ejemplo están las actividades que se ofrecen a los viajeros: travesías a la Isla Espíritu Santo, a Balandra, a la colonia de Lobos Marinos, al tiburón ballena; expediciones que no requieren consumo directo del mar para satisfacer al cliente. 

Por si no fuera suficiente, el buceo en barcos hundidos ha ganado fuerza en la oferta turística en los últimos años. Además que el avistamiento de ballena gris sigue siendo la carta principal para muchos prestadores de servicios. 

“La idea es conservar el medio ambiente y no tener un beneficio económico a través del comercio de un animal muerto, como la pesca deportiva; no estoy diciendo que esté mal, pero en esa actividad si estás extrayendo algo del mar”, finalizó Manuel González.