· El malestar y paro de trabajadores del ISSSTE refleja la escasa representación del gobierno federal en BCS · Urge que se nombren titulares de las dependencias federales aún acéfalas · Cabe recordar a los morenistas que otros partidos, principalmente el PAN, están a la expectativa para capitalizar políticamente justamente estos vacíos que parece no tienen para cuándo acabar
El malestar de alrededor de
300 trabajadores del ISSSTE que realizaron un paro de actividades debido al
recorte de salarios y a la retención inexplicable del pago de sus salarios, es
una muestra de lo que puede suceder en las diversas áreas del gobierno federal
que para muchos aún están literalmente acéfalas.
El argumento de que aún no
existen las ya famosas “reglas de operación” motivo por el cual no se han
nombrado a los responsables de las aún llamadas delegaciones federales entre
las que se encuentra el ISSSTE, es definitivamente un llamado de atención al
nuevo gobierno federal que a más de cien días de iniciar sus actividades, aún
no termina por afianzarse en la administración de sus diferentes
representaciones aquí en la entidad.
Está claro que la
transformación de fondo que se ha anunciado y que se pretende realizar en las
diversas instancias del gobierno federal ha generado lentitud para nombrar
nuevos funcionarios en la localidad, pero el tiempo empieza a obrar en contra
de las nuevas autoridades.
Es evidente que esta situación
se conjuga con las fuertes diferencias que se observan entre los integrantes de
Morena en el Congreso del Estado y en los propios ayuntamientos donde el tema
de la transparencia es aún uno de los asuntos pendientes.
Nada sencillo ha resultado
para Morena aterrizar en la entidad las pretensiones del gobierno federal que
encabeza Andrés Manuel López Obrador, que entre otras adversidades, refleja
serias dificultades para alcanzar una unidad sólida que pueda generar mayor
confianza en la población.
Esa confianza es justamente la
que está en riesgo de que los representantes populares emanados de Morena no
puedan cumplir con las expectativas generada durante el tiempo de campaña.
La población requiere por
supuesto que exista mayor prontitud y capacidad para responder a las
necesidades de los sudcalifornianos en general y por supuesto de quienes hasta
ahora se mantienen como empleados de un gobierno federal que está empeñado en
hacer ajustes en la aplicación de recursos económicos con sus consecuentes
efectos negativos.
Trabajar para generar una
mayor certidumbre es lo que ya exige la población y empleados del gobierno
federal que aún no tiene certeza sobre su futuro laboral. Hasta ahora no hay
claridad en esta materia.
Aún existen trabajadores de
las diferentes representaciones del gobierno federal que literalmente están “en
el limbo” sin definición alguna que les permita tener la certeza y confianza
laboral que a estas alturas ya debería de estar superada.
Está claro que es prioritario
atender estas circunstancias como las que han evidenciado los trabajadores del
ISSSTE que se suman a inconformidad de otras áreas del gobierno federal y dejar
por un lado las pretensiones políticas enfocadas a proceso electoral del 2021.
Queda claro que la situación
en las oficinas de representación del gobierno federal en la entidad está tensa
y tiende s empeorar si no toman decisiones lo más pronto posible.
Morena y sus representantes no
pueden darse el lujo de perder el terreno político ganado justamente por la
incertidumbre que ahora se manifiesta.
¿Acaso esperan que situación
empeore y que a los inconformes trabajadores del ISSSTE se sumen empleados que
ya están molestos de otras dependencias federales?
Cabe recordar a los
morenistas, que otros partidos, principalmente el PAN, están a la expectativa
para capitalizar políticamente justamente estos vacíos que parece no tienen
para cuándo acabar.
Veremos qué pasa en las
próximas semanas.
Ya veremos.