• Salvar a la industria petrolera pasa por su reconstrucción financiera y productiva; podría ser motor del desarrollo económico nacional, asegura el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo, integrado, entre otros, por Cuauhtémoc Cárdenas, Rolando Cordera, David Ibarra, Mario Luis Fuentes y Carlos Tello
CIUDAD DE MÉXICO.-Desde hace
décadas, políticos, economistas, intelectuales y hasta un grupo guerrillero han
tratado de salvar a Petróleos Mexicanos de las políticas neoliberales. Hecho
que no ha ocurrido aún.
Los esfuerzos por conseguir
ese objetivo llegaron incluso a armar una colecta, semejante a la que se
organizó después de la expropiación petrolera de 1938. La idea era juntar
millones de dólares, crear una sociedad anónima y que el pueblo se convirtiera
en propietario de una parte de la petrolera, que enfrenta un panorama difícil,
de solvencia grave, según especialistas, cuando se conmemoran 81 años de la
nacionalización de esa industria, decretada por el general Lázaro Cárdenas del
Río.
El Grupo Nuevo Curso de
Desarrollo —integrado, entre otros, por Rolando Cordera, Cuauhtémoc Cárdenas,
David Ibarra, Mario Luis Fuentes, Jorge Eduardo Navarrete, Francisco Suárez
Dávila y Carlos Tello—, ante este panorama, con un gobierno que no deja de
criticar el modelo neoliberal, presenta una serie de propuestas para rescatar a
Pemex.
En sus reflexiones Hacia una
nueva política económica y social, publicadas a finales de febrero de 2019,
advierten que es necesario “desplegar una política energética para hacer del sector
el motor del desarrollo económico nacional y regional”.
Señala el Grupo Nuevo Curso de
Desarrollo que la nueva política energética “debe partir del análisis
prospectivo mundial, energético y de tecnología, que tome en cuenta cambios en
el consumo (autos eléctricos) y la producción (nuevas energías)”.
También consideran “necesario
partir de la reconstrucción financiera y productiva de Pemex, cuidando la
sustentabilidad de los proyectos de inversión. Ello requiere eliminar la
exacción fiscal de que ha sido objeto, excesiva por estándares internacionales.
“Debe aumentarse la inversión
para incrementar la producción. Definir dónde puede ser conveniente la
inversión extranjera y bajo qué reglas. Un objetivo debe ser reducir la
dependencia energética con Estados Unidos, que representa un riesgo de
seguridad nacional. Aumentar la producción de gas y energías renovables, a fin
de acelerar la transición energética”.
LUCHA POR RESCATE
En la lucha por recuperar a
Pemex de las políticas neoliberales, que inició tan pronto como fueron creadas
las subsidiarias Pemex Exploración y Producción; Pemex Refinación, Pemex Gas y
Petroquímica y Pemex Petroquímica, el 16 de julio de 1992, tuvo oposición desde
entonces.
Entre esos opositores a la
modificación de la Ley Orgánica de Pemex estuvieron Cuauhtémoc Cárdenas,
Heberto Castillo y Raúl Álvarez Garín; también el actual presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador.
Hace 24 años, en el
aniversario 57 de la expropiación petrolera, López Obrador, entonces candidato
a la gubernatura de Tabasco, indicó que ante la posibilidad de que Pemex fuera
vendido, el PRD —entonces el partido en que militaba— defendería que siguiera
siendo paraestatal.
“Hay una campaña orquestada
desde el extranjero con el apoyo de los reaccionarios de siempre de nuestro
país, que consiste en crear condiciones para la venta de Petróleos Mexicanos.
Desde este lugar, desde esta tierra donde se descubrió el petróleo el siglo
pasado, decimos no a la venta de Pemex, no a la venta de bienes nacionales”,
dijo el 18 de marzo de 1995 el hoy Presidente de México.
Un año antes, en junio de
1994, el entonces director de Pemex, Francisco Rojas, rechazó en Acapulco las
acusaciones de Cuauhtémoc Cárdenas, en el sentido de que Pemex había sido
desmantelada durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
“Petróleos Mexicanos es más nacional que nunca, ha sido cabalmente
defendida por el presidente Salinas, no se ha cedido un ápice en la soberanía
petrolera, niego que Pemex se haya desnacionalizado; por el contrario, es más
mexicana que nunca”, aseveró Rojas.
El 18 de abril de 1996,
Excélsior publicó una nota en la que Cárdenas advertía que vender la industria
petroquímica crecerían los ánimos del gobierno por enajenar toda la industria.
La declaración la hizo en el
contexto de la instalación del comité para recabar fondos para crear una
empresa, Petroquímica Pro México, para lo cual se hizo una colecta pública.
Meses después, en junio de
1996, en una información publicada en Excélsior, Cárdenas anunció que la empresa
referida podría nacer “como una sociedad anónima de capital variable que
intente la compra de la industria petroquímica secundaria en proceso de
privatización”.
En esa misma nota informativa,
Cárdenas se refirió a la colecta nacional que afirmó “avanza bien” y que los
fondos aproximados entonces eran de 300 millones de pesos.
EZLN APORTÓ $3 MIL
En ese contexto, el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que hace 23 años tenía todos los
reflectores encima, anunció en un comunicado que participaría en la colecta
“para rescatar la riqueza petrolera del proyecto neoliberal”, por lo cual
enviaron tres mil pesos a doña Amalia Solórzano, madre del ingeniero Cárdenas y
quien presidía el comité recolector.
Doña Amalia dio acuse de
recibo del dinero de los zapatistas. “Entregaré a la tesorería del Comité pro
Petroquímica para México, que está por formalizar su constitución en unos
días”, le escribió doña Amalia a los zapatistas y agradeció el gesto de los
rebeldes “en nombre de los mexicanos patriotas que vemos hoy en la defensa de
la petroquímica la defensa de nuestra independencia económica”.
Hay registros hemerográficos
de que hubo contribuciones en especie: chivos, pollos, incluso predios —como
sucedió después de la expropiación petrolera, en 1938, para pagar a las
empresas extranjeras—, como lo reportó en su momento Manuel Pedraza, miembro
del Comité Nacional de la Colecta Petroquímica Pro México.
En octubre de 1996, Heberto
Castillo, quien llegó a ser candidato a la Presidencia y uno de los líderes más
visibles del Movimiento Estudiantil de 1968, escribió un texto en la revista
Proceso, que inicia así: Los diputados del PRI abrieron el miércoles 23 de
octubre (de 1996) el camino a la dominación yanqui de “nuestro” petróleo. La
gesta nacionalizadora de 1938, encabezada por Lázaro Cárdenas, encuentra hoy a
quien pretende anularla en la clase priista neoliberal vergonzante. Habrá que
llamarlos así porque se avergüenzan de reconocerse neoliberales, y desde el
gobierno de Miguel de la Madrid buscan un apelativo que no les incomode y
oculte su afán de entregarse, que no integrarse, a la cacareada globalidad de
la economía actual.
FIRME DESDE 2012
En 2012, cuando aún no se
materializaba la Reforma Energética del presidente Enrique Peña Nieto, los personajes
que ahora forman el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo elaboraron el manifiesto
México frente a la crisis, Hacia un nuevo curso de desarrollo.
En este documento plantearon
la necesidad de restablecer la seguridad energética.
“Se requiere una política
energética nacional que asegure el abasto competitivo y preserve los recursos
para atender las necesidades futuras del desarrollo nacional, es decir, que
permita aprovechar de la manera más racional los recursos de que dispone el
país en función de un crecimiento económico sostenido y acelerado, respecto del
observado los dos últimos decenios.
“Al definirla, debe otorgarse
alta prioridad al objetivo de abatir los costos ambientales asociados al uso de
energía. La política energética debe orientarse a garantizar la seguridad
energética de la nación, componente indispensable de la seguridad nacional”.
El GNCD señala en ese
documento que una política energética debe también propiciar un renovado
proceso de transición, como herramienta central para alcanzar el objetivo
ambiental señalado.
“La política petrolera
mexicana requiere ser replanteada desde sus bases.
“En primer término, debe
corregirse el excesivo sesgo exportador que la ha caracterizado. La prospectiva
energética oficial prevé mantener casi invariable la parte de la extracción de
crudo destinada a satisfacer las necesidades de otros países”, señaló el grupo.