• El estado y el Presidente enfrentan contiendas en tribunales del país
SAN DIEGO.-Desde que el
presidente Donald Trump llegó al poder en 2016, el estado de California se
convirtió en su piedra en el zapato.
La semana pasada, el
gobernador de la entidad que colinda con México, Gavin Newsom, anunció que
cancelaría todas las sentencias a muerte. Y aun sin firmar la ley, Trump ya
tomaba la decisión como una confrontación.
Newsom se aprestaba a cancelar
el proceso de 737 ejecuciones entre elogios de organizaciones de derechos
humanos. Pero Trump expresó que la postura del estado era fallarles a las
víctimas para favorecer a criminales de sangre fría.
El mismo día, una Corte de
Apelaciones en San Francisco revisó una demanda del Presidente contra la ley
santuario de California, y mientras otra Corte analizó una demanda de
California contra la declaración de emergencia que usó el presidente para
financiar el muro.
A pesar de esto, las
confrontaciones de la semana pasada no han sido distintas a las de los últimos
dos años y dos meses, tiempo en el que los funcionarios de California se han
convertido en la resistencia desde las instituciones, y el muro en que se
estrellan las políticas del inquilino de la Casa Blanca.
La canasta de EU
California es la quinta
potencia económica mundial, si se le separa de Estados Unidos.
Le llaman “la canasta” que
alimenta a la nación, es el estado con más residentes, más de 39 millones,
donde viven uno de cada cuatro indocumentados, y es la antítesis del Ejecutivo
federal en materia de migración, medio ambiente y otras áreas.
En cuanto Trump asumió la
presidencia, el senado de California presentó diez iniciativas para proteger a
su comunidad indocumentada. Una de ellas fue, de hecho, la propuesta de la ley
santuario, la SB54 que entró en vigor en enero del 2017.
Con esa ley, policías y
alguaciles tienen prohibido colaborar y entregar a migrantes a agentes de
migración, excepto si se trata de personas muy peligrosas o con antecedentes
delictivos serios.
La primera decisión de Trump
fue ordenar la construcción del muro y se enfrentó con una demanda de
California.
La segunda decisión de Trump
fue renunciar al acuerdo de protección ambiental de Paris, y el ahora ex
gobernador Jerry Brown asumió el liderazgo estadunidense y la vanguardia
internacional.
El procurador general de
California, Xavier Becerra, ha demandado al presidente Trump a través de su
administración 47 veces. Algunas de esas demandas son colectivas, de más de una
docena de estados, encabezadas por California.
Las demandas contra el
presidente son en defensa de los dreamers, contra la construcción del muro, en
defensa de las ciudades santuario, contra las redadas, a favor de que las
personas transgénero puedan ser militares, por las decisiones federales para
usar carbón o extraer gas sin protección ambiental, en defensa de la ley de
aire limpio y contra la política de Trump que quiere desmantelar la reforma de
salud Obamacare.
Newsom ha visitado a la
frontera con México en menos de tres meses de gobierno más de lo que visitó el
ex gobernador en ocho años.
El pasado fin de semana el
mandatario desayunaba en un pequeño restaurante mexicano con unos residentes de
la frontera, en San Ysidro, cuando un reportero le preguntó qué opinaba de la
declaración de emergencia fronteriza de Trump y el despliegue de miles de
soldados en el área.
“Cuando se trata de la
frontera, hay que dejar que quienes viven aquí decidan, sin que decidamos en
Sacramento o Washington, nosotros no sabemos cómo es vivir en la frontera y los
residentes han nacido y vivido aquí, no les podemos venir a enseñar”, dijo el
gobernador.
Otorgó sus declaraciones cerca
de la garita más transitada en el mundo, donde diariamente cruzan 50 mil
conductores y hasta 35 mil peatones, de acuerdo con cifras oficiales, y nunca
han detenido algún terrorista o gatillero de los que el presidente dice que
cruzan la frontera.
En las últimas ocasiones en
que el gobernador viajó a la frontera, en una anunció un paquete de
financiamiento a cinco años para ayudar a organizaciones civiles de abogados
que asesora a migrantes que buscan asilo.
En otra visita más reciente,
Newsom llegó para cerciorarse de que el edificio donde antes estaba la corte
municipal en San Diego, ahora es un refugio para cientos de familias y menores
migrantes que viajan solos.
Todo esto es un claro
contraste con lo que el presidente Trump asigna a la frontera: soldados que
tienden alambre de púas con filos de navajas de rasurar, militares, oficiales
equipados antimotines, y cuadrillas para sustituir y construir muros.