• Encabezan Sener, Pemex y CFE cercanos al presidente que conoció en su lucha por la defensa del petróleo; trabajadores se quejan de un ambiente de hostilidad
CIUDAD DE MÉXICO.-En un
momento en que Petróleos Mexicanos (Pemex) atraviesa su peor crisis, que está
en la mira de las calificadoras de riesgo, que es la petrolera más endeudada
del mundo (con casi 107 mil millones de dólares) superando a Shell o PetroChina,
que se desplomó su producción en los últimos cinco años (refina 2.8 veces menos
de gasolinas) y que llega a importar cerca de 70% la demanda nacional del
combustible, el presidente Andrés Manuel López Obrador apostó por un equipo de
operadores políticos y gente de su confianza para dirigir al sector energético.
Los nuevos nombramientos de
los directivos en Pemex, en la Comisión Federal de Electricidad, CFE, y en la
Secretaría de Energía (Sener), son gente que López Obrador conoció a lo largo
de su trayectoria en Tabasco y en la Ciudad de México, cuando fue Jefe de
Gobierno, y en sus movimientos nacionales “por la defensa del petróleo” y “en
contra de la Reforma Energética”, como aspirante a la Presidencia.
Por ejemplo, a Octavio Romero
Oropeza, director de Pemex, quien se tituló el año pasado como ingeniero
agrónomo del Colegio Superior de Agricultura Tropical (desaparecido en 1985),
López Obrador lo conoció en su tierra natal Tabasco, al comienzo de su
trayectoria política. Mientras que la secretaria de Energía, Rocío Nahle,
(química de la Universidad Autónoma de Zacatecas, UAZ) y al director de CFE,
Manuel Bartlett, (abogado por la UNAM) les dio posiciones clave en su
movimiento contra la Reforma Energética.
En un video subido por el
partido Morena en septiembre de 2017, llamado “Actores del Cambio”, Rocío Nahle
denunció que “con la Reforma Energética se dejó de producir petróleo, se ha
creado desempleo; se ha perdido cerca de 50 mil empleos directos e indirectos
en la zona de producción petrolera y de electricidad”.
Sin embargo, expertos como
Carlos Pani Espinosa, director de la consultora Carlos Pani y Asociados,
explicaron que la pérdida de empleos no fue consecuencia de la Reforma
Energética por sí sola, “sino por la decisión del gobierno de restringir
sustancialmente el presupuesto en exploración y producción de Pemex cerrando un
número muy importante de plataformas pensando que la participación privada,
nacional y/o extranjera, las supliría de inmediato, pero se olvidó que esta
industria arroja los primeros resultados a mediano y largo plazo”.
“Para el presidente es muy
importante formar un equipo político, no sólo lo estamos viendo en el sector
energético, sino en todo el gobierno federal. Los perfiles son más políticos
que técnicos. Bartlett, aunque no trabajó en el sector, está entre los hombres
que más conocen al país. Entonces, creo que habrá que darles el beneficio de la
duda”, comentó a Excélsior, Arturo Carranza, consultor energético de Mercury
LLC.
Solamente con base en los
resultados que muestre este equipo de trabajo será posible hacer un balance de
si la elección por parte del presidente fue acertada, de acuerdo con Carranza.
En los 10 primeros meses de gobierno, López Obrador se comprometió a
incrementar la producción en Pemex a un millón 800 mil barriles diarios. Ésa
podría ser una primera medición.
Entre los beneficios que
existen al apostar por un equipo de confianza, como lo ha hecho López Obrador,
“es que se puede tener una comunicación directa y oportuna entre los directivos
y el mandatario”, consideró Carranza.
El aspecto negativo de elegir
a un personal con poca o nula experiencia en el sector energético privado o
público, de acuerdo con servidores públicos de CFEnergía (filial de CFE),
entrevistados por Excélsior podría ser que se ha generado bastante
incertidumbre en la iniciativa privada y muchos de los que eran sus clientes,
ahora ya ni siquiera se acercan.
“La mayoría los directivos son
nuevos para todos nosotros, porque no habían trabajado en el sector”, aseguró
una empleada de CFEnergía.
El director de esta filial de
CFE, por ejemplo, Miguel Santiago Reyes Hernández, era un catedrático y
director del Observatorio de Salarios de la IBERO Puebla. El año pasado
presentó un análisis en la Universidad Iberoamericana, en el cual exhibía la
supuesta manipulación de los resultados en las elecciones para la gubernatura
de Puebla.
Otros de los nombres que
encabezan la estructura de Pemex son Rogelio Hernández Cázares, director de
Pemex Fertilizantes, quien trabajó como director del Seguro Popular en Oaxaca y
es cercano a Andrés, el hijo mayor de López Obrador; Marcos Manuel Herrería
Alamina, director corporativo de Administración y de Servicios de Pemex, quien
fue empleado de la Oficialía Mayor cuando el tabasqueño era jefe de Gobierno y
Javier Emiliano González del Villar, director de Pemex Logística, quien fue
fiscal Especializado de Extinción de Dominio en la Procuraduría General de
Justicia de la Ciudad de México y es sobrino de Samuel del Villar, exprocurador
capitalino.
“Cuando el director de Pemex
Logística llegó a presentarse, nos dijo ‘yo soy policía y vengo a cuidar’”,
aseguró un empleado de Pemex.
Desde que inició el cambio de
gobierno, también los empleados de administraciones pasadas comentaron que
ahora se vive un ambiente de hostilidad, porque muchos de los directivos recién
llegados consideran que eran cómplices, huachicoleros o formaban parte de redes
de corrupción.
“Hay un clima de terror, de
hartazgo en Pemex. Imagínate, que de repente, llegue un nuevo jefe y que haga
acusaciones sin pruebas ni fundamentos de que eres un corrupto. Muchos
empleados están prefiriendo renunciar. Son recurrentes las noticias de las
bajas de directores, subdirectores, superintendentes y gerentes”, afirmó Carlos
Pani Espinosa, quien fue funcionario de Pemex durante 15 años.
Además, el ingeniero Pani
Espinosa argumentó que sería muy delicado que las agencias de riesgo bajaran la
calificación crediticia a la empresa petrolera, porque no sólo incrementaría su
deuda (siendo la más alta del mundo) y las tasas de interés, sino que
terminaría por afectar la economía.
Hace un mes, Fitch Raiting expuso
en un reporte que “una crisis financiera en Pemex podría interrumpir el
suministro de combustibles en todo el país”.
El lunes pasado la agencia
Standard & Poor’s cambió de estable a negativa la perspectiva de
calificación para Pemex.