Los directores que ha sido colocados en INSUDE jamás han logrado la trayectoria que alguna de las deportistas sudcalifornianas han forjado a base de esfuerzo y entrenamiento
La Paz, Baja California Sur.- La media península ha sido un Estado que ha generado exitosos atletas a nivel local y por supuesto nacional, perfilando en ramas como clavados, gimnasia, karate en distintas modalidades así como box, beisbol y ahora esgrima, donde a pesar de las medallas colgadas en las mujeres deportistas aún no se les permite involucrase en la toma de decisiones en puestos de poder municipal y estatal.
Esta redacción captó a dos mujeres que ofrecieron sus vivencias a Diario El Independiente para conmemorar el 8 de marzo en el Día Internacional de las Mujeres, recalcando que al menos dos deportistas más se negaron a ofrecer la experiencia de sus luchas por temor a represalias de superiores deportivos.
Baja California Sur (BCS) cuanta con una atleta reconocida a nivel local y nacional en el ámbito deportivo del karate como es la instructora Gisel Kiros, la cual está encargada del arbitraje estatal al frente de 26 árbitros hombres así como del arbitraje regional. Es parte de la Comisión de Arbitraje de la Federación Mexicana de Karate y se desempeña como la única entrenadora de la primera selección de esgrima del estado.
Su carrera cuenta con 23 años de trayectoria iniciando con pequeñas clases frente a grupos de niños a los 17 años. posteriormente continuó en las clasificaciones locales y nacionales durante la universidad y retomó la enseñanza del karate y el arbitraje a los 23 años de edad, donde se le dio la oportunidad por primera vez de ser arbitró nacional.
"Te veían por tu potencial más que por tu género, las mujeres no se involucraban tanto en el arbitraje y ahora están orgullosos de tenernos en los paneles exclusivos de mujeres. Estas mujeres tienen personalidad en las federaciones y cuentan con licencias mundiales y panamericanas", dijo al matutino.
Bajó la tutela del arbitraje regional Kiros expresó que las dificultades nunca las tuvo dentro del gremio deportivo sino en las instituciones educativas, donde docentes y administrativos recurrentemente insistían que no eran "prácticas de señoritas" y donde incluso ante una fractura se le exhibió frente a compañeros de grupo, "crecí más que ese maestro y he podido conocer México y otros países".
Aseguró que a nivel institucional el karate en mujeres ha sido bien apoyado y el género nunca ha sido un problema, sin embargo expresó que generalmente nunca ha tenido un puesto burocrático donde pueda determinarse la toma de decisiones que tanto se requiere, para que más mujeres suban y no solo queden en ser reconocidas en el deporte.
Por otra parte Mónica Esmeralda Jiménez Rochín maestra de Educación Física y actual trabajadora del INSUDE bajo el programa Vivir en Paz, también ejerce como juez y arbitro de box municipal y estatal desde hace más de diez años, lo cual le ha dejado bastas experiencias que le han permitido abrir dos escuelas de boxeo en La Paz.
Su carrera comenzó en su carrera dentro de ESCUFI de donde emanó su interés por el boxeo local, aceptando que si bien era un deporte donde las mujeres poco participaban acepto entrenarse para subir al ring pero también para ser arbitro profesional a partir del apoyo incondicional de la atleta y también arbitro estatal Ana Laura López de Mulegé, actual titular del arbitraje estatal.
"Entre los compañeros se da una buena socialización pero he tenido dificultades institucionales que me han impedido subir a otro nivel [...] una mujer funcionaria que estuvo cerca de la práctica del boxeo tuvo a bien nunca integrarme a los evento nacionales, desconozco los motivos pero eso llevo a que mis compañeras fueran a las nacionales y adquirieran experiencias y a mí nunca me mandó por cuestiones que ignoro hasta el momento", dijo al Independiente.
En cuestión de compañerismo resaltó que actualmente son siete mujeres que ejercen el arbitraje dentro del boxeo estatal y local, mientras que los hombres hasta el momento son únicamente tres, resaltando que al ser bloqueada en su momento y perder contacto con las nacionales, buscará la forma de perfila como atleta.
Sus escuelas de boxeo se encuentran actualmente en la colonia Diana Laura así como en Alta Tensión en el salón DIF "Flores Magón" en la Benito Juárez, recalcando que ya cuenta con dos años en la enseñanza del boxeo en niños a partir de los 6 años en adelante. Explicó que aún existen padres que confían en que sea una mujer la que enseñe este tipo de deporte y donde incluso exboxeadores confían a sus hijas para entrenarlas completamente.
"A veces arriba te limitan para ya no escalar y no puedas avanzar, independientemente de que sepas o no sepa, das todo de ti para que te dejen abajo y no se me hace justo, tenemos que hacerles frente, no sólo por nosotras sino también por los niños que buscan por su propio pié figurar en el ambiente deportivo", expresó.
La necesidad de tener mujeres deportistas tan dedicadas a cada una de sus ramas es esencial para la paridad transversal de nuestro estado, el cual aún está lejos de quedar en los primeros tres lugares del país en dicho tema. Para muestra un botón. El Instituto Sudcaliforniano del Deporte (INSUDE) nunca ha tenido una mujer en la toma de decisiones, es decir en la dirección.
David de la Paz Ascencio fue de los primeros directores seguido de Félix Pérez Márquez y el Prof. Román Pozo Méndez en 1993-1999. De 1999-2001 fue colocado Julio Covarrubias Geraldo y de 2001 al 2005 se integró a la dirección a Marco Antonio Hirales. Posteriormente se volvió a elegir a Hirales del 2005 al 2011 mientras que el Prof. Salvador Robles Villalobos tomó posesión del 2011-2012. El Ing. Antonio Octavio Molina Amarillas participó en dicha dirección del 2012-2015 y actualmente se encuentra José Ávila Geraldo.
El mismo caso para la dependencia municipal del deporte donde ninguna mujer ha perfilado en dichos puestos de poder para una mejor toma de decisiones que incluyan a mujeres en funciones públicas. Ni diez años en el boxeo como maestra y arbitro estatal de boxeo; ni tampoco 23 años de karate ni mucho menos ser árbitro regional y nacional, valen la pena para ganar un cargo público que pueda generar políticas públicas a favor de más mujeres deportistas.