• Los gritos y las acusaciones mutuas prevalecieron en la rebatinga por un presupuesto cultural mermado
CIUDAD DE MÉXICO.-Como una
lucha campal sin réferi y en un ring lleno de lodo. Así transcurrió ayer el
primer foro de consulta a la comunidad artística que convocó la Secretaría de
Cultura (SC) federal en la Biblioteca de México, donde hubo gritos,
acusaciones, quejas, señalamientos por corrupción y falta de recursos, cejas
levantadas y mucha desesperación, ante un magro presupuesto de 20 a 30 mdp en
el programa Jóvenes Creadores y 240 mdp para 600 creadores que conforman el
Sistema Nacional de Creadores de Arte.
En una esquina, el
subsecretario de Desarrollo Cultural, Édgar San Juan, con el coordinador
general del Fonca, Roberto Frías —peliteñido de azul— y el subdirector de
Estímulos, Erick Pérez. En la otra, los 300: escritores, gestores, artistas
visuales y escénicos que criticaron con dureza la ausencia de ideas, la falta
de un diagnóstico, las inútiles mesas de la transición convocadas por Alejandra
Frausto y la insuficiencia presupuestal. Se marcharon a la mitad de la sesión
que duró 150 minutos. El único acuerdo entre funcionarios y media asistencia
fue hacer mesas de trabajo el 22 de marzo; de ahí surgirán acuerdos concretos,
pero no se garantizó la asistencia de Mario Bellatin.
¿Y BELLATIN?
El foro gritó una incógnita:
“¿¡Dónde está Mario (Bellatin, titular del Fonca)!? Édgar San Juan superó el
silencio incómodo y explicó: “Por temas de salud no pudo acompañarnos”. “¡Qué
conveniente!”, le espetaron. “Quizá fue tan conveniente como un dolor de
muelas, pero estamos aquí para dialogar”, resolvió.
Su discurso podría resumirse
en cuatro frases: “El Fonca es el alma de la SC”; “Ahora más que nunca tenemos
la oportunidad de cambiar unas instituciones que estaban súper casposas (sic)”;
“tenemos (que) moldear esas instituciones, resultados, programas y políticas
públicas para que puedan alcanzarnos a todos los mexicanos”; y “es momento de
actualizar y mejorar nuestros procedimientos de selección para hacer frente a
nuevos retos y necesidades de la comunidad artística, de una manera más
democrática e incluyente, sin arbitrariedades ni compadrazgos”.
Luego habló Frías y lanzó sus
“datos duros” al estilo elusivo del púgil Floyd Mayweather. Antes afirmó que el
Fonca no desaparecerá ni se desmantelará y que no desaparecerá el programa
Jóvenes Creadores. Según sus datos, en 30 años el Fonca recibió 128 mil 268
solicitudes, de las que sólo 22 mil 23 recibieron apoyos, correspondientes a 11
mil 872 personas, pese a que el Inegi (en 2013) reportó 2.2 millones de
personas dedicadas al arte en todo el país.
Afirmó que en 25 años el Sistema
Nacional de Creadores otorgó recursos a mil 597 artistas, algunos de los cuales
obtuvieron el beneficio hasta por 21 años (no aportó nombres); que 243 artistas
obtuvieron un estímulo de entre cuatro y seis mdp por persona; que algunos
beneficiados por el Fonca recibieron hasta 25 tipos de estímulos en diferentes
convocatorias y temporalidades, y que cinco grupos escénicos obtuvieron
recursos hasta por 14 años.
Todo, ante la mirada incrédula
de Álvaro Uribe, Emiliano Monge, Lourdes Pérez Gay, Estela Leñero y muchos más.
Y Frías remató con un panorama
helado: el Fonca ha generado círculos viciosos con dinámicas de parcialidad
entre jurados, tutores y beneficiarios. El remedio, dijo, es democratizar los
procesos, flexibilizar la temporalidad del beneficio según las características
del proyecto, integrar la retribución social como parte sustantiva del proyecto
y replantear el modelo de tutorías y optimizar.
Para cerrar la exposición,
Édgar San Juan anotó una frase que nadie le perdonó: “A mí me parece que tenemos
que hacer un esfuerzo de descentralización. Creo que muchos de los apoyos se
agotan en la (colonia) Condesa”. Entonces comenzó la rechifla.
APOYOS “CONDESA”
En su turno, los creadores
fueron implacables. La actriz Luisa Huertas criticó la ausencia de Bellatin, la
apresurada organización del foro, el desorden en su formato y que no se valore
que “la comunidad desde hace mucho descentraliza y democratiza los recursos”.
Lamentó el señalamiento de que
la estructura del Fonca “esté casposa, defectuosa y que gran parte de los
recursos se quede en la Condesa”, y aseguró que el problema no es el Fonca,
sino la falta de un plan de trabajo, de becas y de presupuesto.
En las siguientes dos horas se
señaló el caos de la administración encabezada por Frausto, sin suficientes
recursos para financiar las becas; lamentaron la cancelación del primer
encuentro de Jóvenes Creadores, que los beneficiados de este año no conocen a
sus tutores y que no se sepa dónde están los recursos no utilizados; la mirada
de San Juan era desesperada.
Luego exigieron una Ley de
Mecenazgo y muchas propuestas que quedaron al aire ante una comunidad cultural
iracunda y desconcertada.