• Ante otro aniversario la evidente negligencia de Gabriela Cisneros mantiene agonizante al PRI sudcaliforniano • Será necesario que alguien se anime y haga lo propio para sacudir a este partido y generar la renovación de dirigentes • Quizás la mayoría de los priistas se conforman con recordar los viejos tiempos de gloria política y están en espera de que se registren en automático cambios dramáticos en esta penosa inercia hacia el fracaso
Todo parece indicar que el PRI
de Baja California Sur, intenta despertar para llegar a un aniversario más de
su existencia para el próximo cuatro de marzo, por lo menos de manera
agonizante por lo que su patética dirigente Gabriela Cisneros tímidamente ha
levantado la mano para expresar de manera poco convincente que su partido
resurgirá debajo de los pesados escombros que ahora le cubren.
Nada más utópico que ello.
El PRI en Baja California Sur
se encuentra a un pequeño paso de que deje de existir.
Requiere por supuesto de
cirugía mayor y un verdadero trasplante de dirigentes.
Ahora está más que demostrado
que su dirigente Gabriela Cisneros no pudo antes ni puede ahora con el cargo
que aún ostenta, no solo por los pésimos resultados obtenidos en el pasado
proceso electoral, sino por la evidente negligencia en su manera de conducir al
otrora poderoso tricolor.
Por supuesto que será
necesario que alguien se anime y haga lo propio para sacudir a este partido y
generar la renovación de dirigentes si es que definitivamente los priistas
buscan en realidad medio figurar en el próximo proceso sucesorio del 2021.
Están ahora a tiempo para que
dentro de los próximos dos años y medio o tres, puedan llegar con mediana
capacidad competitiva para generar la esperanza de recuperar algunos espacios
de representación popular.
Pero las acciones las tiene
que tomar desde ahora.
En charlas que hemos sostenido
con algunos priistas, lo que escuchamos es un solo lamento y una evidente
impotencia por hacer de su partido un organismo que regrese a la senda de la
victoria electoral.
Está claro desde ahora que el
mayor protagonismo político en la entidad está en manos del PAN que dirige
Carlos Rochín y de Morena que encabeza Alberto Rentería.
Pero el PRI está literalmente
en la lona.
Y con muy pocas posibilidades
de levantarse si mantienen en la dirigencia a Gabriela Cisneros, convertida hoy
por hoy en un verdadero fracaso como presidente estatal de este organismo
político.
Desde luego surge la inquietud
respecto a quién podría ser la persona responsable de la futura nueva
dirigencia estatal partidista.
Mientras esto sucede,
integrantes de lo que fue la colación PRD-PT que derrotó por primera vez al PRI
en 1999 celebran esa fecha de manera triunfalista y ya hacen acuerdos entre sí
para repartirse las posibles candidaturas de Morena para dentro de tres años.
¿Acaso el tricolor seguirá en
la misma oxidada inercia que encabeza hasta ahora Gabriela Cisneros?
¿No existirá ningún militante
de este partido que se atreva a propiciar cambios de fondo?
Quizás la mayoría de los
priistas se conforman con recordar los viejos tiempos de gloria política y
están en espera de que se registren en automático cambios dramáticos en esta
penosa inercia hacia el fracaso.
Por lo pronto el tricolor de
Gabriela Cisneros, respira muy lenta y lastimosamente en una evidente agonía de
la que parece que no saldrá nunca.
Ya veremos qué hacen o dejan
de hacer los hoy derrotados priistas sudcalifornianos.