Te recomendamos llevar las porciones de alimento que necesitas durante el día a la escuela o trabajo, así no tendrás excusa para salir a comprar algo extra
CIUDAD DE MÉXICO.-Sentir hambre es natural, pero cuando las emociones guían nuestra alimentación, el problema es grave. Descubre por qué las emociones nos hacen comer compulsivamente y lo que una experta nos recomienda para solucionarlo.
En entrevista para Salud y Medicinas, la nutrióloga y psicóloga Claudia Leticia Verduzco nos explica el papel de nuestras emociones a la hora de comer y elegir nuestros alimentos.
“Las emociones tienen mucho que ver con la alimentación. Cuando uno tiene una impresión fuerte, como enojo o un disgusto, el cuerpo se encarga de manifestarlo, y una de las formas es el hambre”.
Pero darse cuenta de que las emociones nos hacen comer compulsivamente es sólo el inicio. Para revertir este problema, no basta con cambiar la alimentación.
“Mucha gente empieza una dieta sin medir las consecuencias, sólo quieren bajar de peso y verse bien. Hay que empezar a fortalecer nuestras emociones y avanzar”.
Hambre física vs. hambre emocional
El primer paso para entender por qué las emociones nos hacen comer compulsivamente es entender los dos tipos de hambre.
Conforme se acerca la hora de comer, tu cuerpo poco a poco manda señales claras de que tu cuerpo necesita más energía. A esto se le llama hambre física.
Sin embargo, cuando sientes un hambre repentina, especialmente después de experimentar un cambio de ánimo, se considera hambre emocional.
“Un hambre física no es un hambre repentina o urgente, es decir, inicia poco a poco y va avanzando. En cambio, cuando una emoción te hace comer es algo urgente y es más un antojo específico, se trata de un hambre emocional”.
Las emociones negativas son especialmente responsables de comer compulsivamente.
“Cuando tienes una dificultad y recurres a la comida, eso habla claramente de un problema emocional que canalizas con comida”.
Es importante precisar que comer compulsivamente no es, necesariamente, comer de forma desesperada ni devorar comida, basta con comer:
Fuera de tus horas.
Sin hambre.
Por antojos.
¿Qué hacer?
Si sientes que las emociones te hacen comer compulsivamente, es momento de pedir ayuda.
“Es importante enseñarnos a tener control de nuestro cuerpo, en este caso, una buena idea es pensar antes de comer”.
Te recomendamos llevar las porciones de alimento que necesitas durante el día a la escuela o trabajo, así no tendrás excusa para salir a comprar algo extra.
Además, puedes acudir con un especialista si sientes que tu problema se debe a que vives con:
Estrés y/o ansiedad.
Duelo o depresión.
Episodios de ira.
Cansancio extremo.
Por último, la experta hace un llamado a “respetar el hambre” y comer sólo cuando la sientas, así como no usar los dulces como recompensa para los niños.