• El papa Francisco levantó la suspensión canónica al poeta después de 35 años
MANAGUA.- El papa Francisco
revocó la “suspensión a divinis” que pesaba sobre el poeta y sacerdote
nicaragüense Ernesto Cardenal, impuesta por el Vaticano en 1985 y que le
impedía ejercer sus funciones sacerdotales, informó ayer la Nunciatura en
Managua.
El Santo Padre ha concedido
con benevolencia la absolución de todas las censuras canónicas” impuestas a
Cardenal, informó en un comunicado la Nunciatura, a cargo de Waldemar
Sommertag.
Cardenal, de 94 años, quien se
encuentra hospitalizado desde la semana pasada por una afección renal, estaba
impedido de administrar los sacramentos desde hace casi 35 años, tras la
sanción dada por el fallecido Juan Pablo II, debido a su militancia política.
La Nunciatura nicaragüense
divulgó en las redes sociales una foto del padre Cardenal en su lecho de
enfermo, con una estola verde, símbolo de lu recuperación de su estado
clerical.
El pontífice acogió una
petición que Cardenal “la había presentado recientemente” a través de su
representante en Nicaragua para ser readmitido al ejercicio del ministerio
presbiteral, señala la comunicación.
La “suspensión a divinis” le
fue impuesta a Ernesto Cardenal cuando era ministro de Cultura durante el
gobierno sandinista (1979-1990) alegando que su cargo no era compatible con su
labor pastoral.
REGAÑO PÚBLICO
El hecho más relevante de este
caso fue cuando el papa Juan Pablo II amonestó públicamente a Cardenal en el
aeropuerto Augusto Sandino durante su primera visita a Managua, el 4 de marzo
de 1983. Fue “injusta la reprimenda del Papa”, consideró Cardenal en su libro
La revolución perdida, merecedor del Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana en 2012.
No obstante, “el sacerdote
aceptó la pena canónica que le fue impuesta y se ha atenido siempre a ella, sin
llevar a cabo ninguna actividad pastoral”, indica la comunicación de la
nunciatura.
Además, había abandonado
“desde hace muchos años todo compromiso político”, justifica la decisión
pontificia.
La sanción a Cardenal, que
también incluyó a otros curas, entre ellos el excanciller Miguel D’Escoto y
Fernando Cardenal, hermano del poeta, ambos ya fallecidos, se dio en un
contexto de tensas relaciones entre el gobierno y la iglesia católica entonces,
administrada por el entonces cardenal Miguel Obando.
Cardenal, defensor de la
teología de la liberación, es considerado uno de los poetas más importantes de
América Latina.
Apoyó activamente la lucha
contra la dictadura de los Somoza, que gobernó Nicaragua durante casi medio
siglo hasta el triunfo de la revolución que encabezó el izquierdista Frente
Sandinista de Liberación Nacional en 1979.