Gritos, amenazas, pedradas, de todo vivió Chivas en aquella visita a Buenos Aires en 2005, este sábado enfrentarán de nuevo a Palermo, uno de los protagonistas.
Guadalajara, Jalisco.- Llegar a la tierra de Boca Juniors tras golearlo 4-0 en la Ida de los Cuartos de Final de la Copa Libertadores 2005 fue toda una hazaña para Chivas, ya que desde el momento en que pisaron Buenos Aires, siempre tuvieron ambiente hostil. Hoy, casi a 14 años de aquel episodio, el Rebaño se medirá con Martín Palermo, uno de los detonantes de aquel escándalo.
“Ya para el de regreso, desde que llegamos al hotel y todo estaba muy enojada la gente, estaba prendida, me acuerdo perfecto que los que eran de Boca nos decían de todo, pero también había muchos que le iban a River (Plate) y a otros equipos y nos felicitaban, se reían de lo que había pasado”, recordó el exmediocampista, Manuel Sol.
La incomodidad se sintió en todo momento, al grado de que en una tarde libre, el plantel mejor se regresó al hotel.
“Desde que llegamos, todo era hostil, nos fuimos días antes. Nos dieron una tarde libre y desde que íbamos, las esposas con sus esposos y nos veían la playera de concentración y la esposa que le iba a Boca (Juniors) nos empezaba a e insultar ‘Boca, hijos de fulano de tal’, el esposo era de River y se empezaban a pelear, llegábamos nosotros a las tiendas y mejor nos regresamos, porque desde ahí la gente ya vimos que era todo hostil y nos iba a costar trabajo andar saliendo a la calle, sí estuvo feo”, agregó Johnny García, autor del primer gol de la serie.
Al momento de ir en el autobús hacia el Estadio La Bombonera, a Chivas lo atacaron los aficionados rivales.
“Desde ahí empezó un ambiente medio extraño, me acuerdo que cuando salimos del hotel hacia el estadio nos iban escoltando algunos de la Policía y nos pidieron que cerráramos las cortinas y que no nos sentáramos en el lado del afuera del camión, pegado a las ventanas porque nos iban a apedrear”, comentó Sol.
Tras el show de Martín Palermo, quien agredió a Adolfo Bautista, el aficionado que se metió a la cancha, el escupitajo al Bofo del técnico Jorge Benítez y la eliminación Xeneize de la Copa Libertadores 2005, el equipo tapatío tuvo que esperar casi 3 horas para abandonar el estadio.
“No recuerdo muy, muy bien, pero como que nos quedamos un buen tiempo en el vestidor, estábamos ahí protegidos por la policía y creo que hasta por el ejército, nos esperamos mucho tiempo y ya después estuvo más tranquilo”, reconoció Héctor Reynoso.
Chivas dejó La Bombonera y se fue directo al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, para volar a México en el entonces avión privado de su propietario, Jorge Vergara.
“Salimos de ahí del estadio directo al aeropuerto, de hecho nos fuimos en el avión que tenía Jorge Vergara en ese tiempo, salimos directo al aeropuerto y del aeropuerto para acá y el equipo tranquilo, hasta el siguiente día en el entrenamiento ya se platicó de todo", manifestó García.
"Unos amigos que fueron a ver el juego que la policía estaba cuidándolos y al momento que iban saliendo los policías se quitaron y comenzaron a golpear a la gente que iba de Chivas, algo lamentable.
Este sábado, el Rebaño se medirá con el Pachuca en la Jornada 8 del Clausura 2019, viéndose así de nuevo las caras con Martín Palermo, quien ahora dirige a los Tuzos.