Se evidenciaron las rencillas y problemas que se tienen de nuevo con el administrador Julio César Guzmán Cota y el encargado del despacho Juan Bautista Moyrón Echeverría
La Paz, Baja California Sur.- Durante la mañana de este lunes dentro de las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) se realizó una reunión no programada por parte de dos consejeros con el personal administrativo, donde se evidenciaron las rencillas y problemas que se tienen de nuevo con el administrador Julio César Guzmán Cota y el encargado del despacho Juan Bautista Moyrón Echeverría.
La reunión al parecer no fue del conocimiento del encargado del despacho pues este mismo tuvo que regresar del Centro de Readaptación Social (Cereso) de La Paz, donde se encontraba supuestamente atendiendo a una persona en materia de Derechos Humanos. Pero antes de su llegada el administrador del organismo se hizo de "palabras" con las consejeras Cristina Ortuño y Ana Osawa Rico.
Durante el encuentro, más que una reunión informativa se dejó a los trabajadores administrativos en medio de una ola de dimes y diretes entre ambas consejeras y el propio Guzmán Cota, el cual aseguraba que existían grabaciones y documentos donde Osawa Rico requería un pago quincenal y que derivado de ello ya había un tipo de queja o denuncia sin dar mayor precisión.
"Si hay intereses personales, claro que sí lo hay, eso me consta bajo los 20 mil pesos quincenales que quieren, por lo menos la consejera que me lo dijo (Osawa Rico) y que debería estar en el acta de consejo porque Héctor Amparano lo tiene grabado e igual ella le dice Héctor acuérdate que es un acuerdo del consejo, lo dijo vivamente delante de usted, está grabado y ella lo dijo", recalcó el administrador sin mostrar alguna prueba o señalar la fecha de dicha reunión.
Recalcó que las actuaciones que estaban realizando las consejeras no eran atribuciones propias ejecutivas, algo que se especifica en la Ley, recalcando que el hecho de que en lista de prelación el consejo de encuentre en la primera posición no es a interpretación personal de poder, pues no tienen funciones administrativas algunas.
De esta forma el Moyrón Echeverría se presentó ciertamente molesto al igual que Guzmán Cota y señaló que nunca recibió la solicitud escrita de dicha reunión, y que este tipo de acciones "trababan" el trabajo que se estaba iniciando entre todo el organismo, donde recalcó que las cosas deben hacerse de forma institucional.
Parte del personal administrativo señaló que cada uno de los trabajadores viven prácticamente en sus propias actividades sin que ninguna autoridad se interese por las necesidades que su trabajo conlleva, donde ni a la psicóloga se le pregunta lo que requiere o a la capacitadora no se le ofrece apoyo para mejorar su situación laboral, "estamos severamente lacerados, somos la burla de todos afuera", recalcando que la unión que hizo Silvestre De la Toba entre ellos sigue firme.
Los administrativos se mostraron afectados por el cambio de que se hizo con el segundo visitador Juan Antonio Reyes Grácidas, toda vez que fue enviado como auxiliar a Cabo San Lucas para apoyar a la consejera local, recalcando que este acto fue una degradación de puesto el cual no tuvo motivo aparente.
Al parecer los problemas continúan dentro del organismo donde no sólo se involucran directamente al encargado del despacho, al consejo y al administrador como se venía viendo, sino que también fueron integrados los administrativos. Se requiere orden y por supuesto un cambio total de la planilla administrativa.